¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Hoy no vengo a poner excusas
por estar tan ausente, hoy vengo a contaros la verdad, a contaros cómo han ido
mis últimos días/semanas/meses. Supongo que todos habréis notado que
últimamente el blog ha bajado su rendimiento. No reseño tanto, y tampoco leo
demasiado a pesar de que no he dejado de comprar (que no tenga tiempo no
significa que sea menos consumista oye! XD).
¿Recordáis aquel reto de SM en el que me apunté hace unos
meses? ¡Madre mía! Todavía recuerdo el estrés de esos días de pruebas y lo bien
que me lo pasé con mis chicas de Paelsia. No todo fue negativo, no. De hecho,
apuntarme a ese reto ha sido una de las mejores cosas que he hecho, ¡de verdad
que sí! Y es que de ahí salió una idea, una idea que la señorita Maisha me
propuso una tarde de confidencias, risas y desvaríos. Mai me propuso escribir
una novela juntas, a cuatro manos. ¿Os imagináis? Acepté al instante, aunque
supongo que las dos tuvimos miedo de que se quedara en eso, en una mera idea
producto de una tarde de aburrimiento, que nunca llegara a materializarse. Lo primero
fue conocernos, conocer nuestra manera de narrar, de exponer las ideas y darles
vida a través de las palabras. Y fue tan fácil y encajamos tan bien que todavía
no termino de creérmelo. Si leyerais nuestras conversaciones de aquellos días
estoy segura de que os reiríais de nosotras. Parecíamos dos niñas pequeñas con
un juguete nuevo y maravilloso. ¡Un juguete NUESTRO! Un juguete al que podíamos
dar forma, amoldar a nuestra medida, darle vida y convertirlo en una realidad. Las
primeras semanas avanzaron sin demasiada novedad, todavía nos estábamos
adaptando y apenas teníamos una idea clara de lo que queríamos hacer. Pero,
conforme pasaron los días todo comenzó a fluir y nuestras letras empezaron a
bailar al mismo ritmo, a entonar la
misma melodía. Y de ahí surgió nuestra primera novela. Sí, ¡ya tenemos nuestro
primer bebé! Cuando le pusimos el punto y final apenas podíamos creérnoslo. Hemos
escrito esa historia que, en algún momento, nos habría encantado leer, y ha
sido una experiencia maravillosa. Sentarte y leer una historia tuya, a la que
has dado vida junto a otra persona, es algo que no puedo definir con palabras.
Todavía nos quedan las últimas correcciones, pero algunas
personas ya la han leído, como Nia, Daniel Blanco, Laura Camaleón y Elena (y nosotras nos
hemos quedado sin uñas esperando esas primeras impresiones). La señorita Nia ha
sido (y sigue siendo) nuestra correctora oficial, ha estado ahí, comentándonos
desde el principio y ayudándonos a darle vida a nuestro primer bebé (¡un millón
de gracias bonita! *__*).
Ese es el primer motivo por el cual el blog ha bajado su
rendimiento. A Maisha y a mí nuestros personajes nos tienen secuestradas. Porque sí,
actualmente estamos dándole vida a nuestro segundo bebé y volamos sobre una
nube de sueños que nos mantiene alejadas del mundo, en nuestro pequeño universo
paralelo.
Seguiré aquí, como siempre, os lo prometo. Y Silvia también, que ahora mismo está enganchada a La abadía de Northanger (si no lo ha
terminado de leer ya, que los libros de Austen se leen solos, juju); y podéis escribirnos al mail conjunto para cualquier cosita. Pero en fin, que si veis que desaparezco algunos días sin
dejar rastro, ya sabéis donde estoy. SECUESTRADA.
¡Un besote a todos!