Sumergida entre las páginas de... Si fueras mío, de Abbi Glines e Hijos del clan rojo, de Elia Barceló

¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Siento estar tan desaparecida, pero he estado bastante liada dando clases y apenas he tenido tiempo de pasarme por aquí. Esta semana volveré a la carga con un par de reseñas que tengo pendientes, pero mientras os pongo por aquí lo que estoy leyendo actualmente. Yo, en concreto, estoy sumergida en dos lecturas totalmente distintas. Os cuento un poquito. 

En primer lugar, un libro que empecé hace ya un par de semanas pero que debido a lo liada que he estado no he podido acabármelo a pesar de lo mucho que me está gustando. Se trata de Hijos del clan rojo, de Elia Barceló. Seguro que alguna vez habéis empezado una saga y os habéis dado cuenta de que el mundo que ha creado el autor es tan grande, complejo y tiene tantos personajes que sabéis que lo que tenéis entre las manos es grande, muy muy grande. Pues eso es lo que siento con este libro. He leído la mitad y aun no sé muy bien qué está sucediendo, me faltan piezas de un puzle que estoy segura de terminarán por aparecer tarde o temprano y encajar a la perfección. La autora escribe tan bien que es una delicia leer sus letras, los personajes brillan con luz propia y la intriga que te acompaña a lo largo de la lectura un gran punto a su favor. No tienes ni idea de lo que está pasando, aparecen tantos personajes que no sabes por dónde va a tirar la trama, pero aun así no puedes parar de leer. No hay muchos autores que consigan algo así y Elia Barceló lo hace a las mil maravillas. Ya os contaré la semana que viene, que será seguramente cuando suba la reseña. 

Cita del libro:
Lo único que sabía seguro era que todo iba a ponerse en marcha muy pronto y que, si sus cálculos eran correctos, todo empezaría con unas chicas muy jóvenes, aún ignorantes de su destino, en algún punto de Europa, la zona geográfica donde desde siempre se habían ubicado los clanes, hasta que en algún momento, unos antes y otros después, se habían ido alejando de lo que en tiempos había sido su hábitat natural.
Como siempre en la historia de la humanidad, todo empezaría con unas personas aparentemente vulgares, normales; con una relación amorosa, con una muerte de la que surgiría la vida.
Aún no sabía exactamente quién, ni exactamente dónde, pero tenía la certeza de que en algún lugar de Europa, en ese mismo momento, algo crucial se acababa de poner en marcha.

Y en segundo lugar, estoy DEVORANDO leyendo Si fueras mío, de Abbi Glines, la segunda y última parte de la serie de los chicos Vincent, que empezó con El chico malo. El lunes por la tarde llegué a casa y me estaba esperando un paquetito con este libro y DIOS, lo tuve que coger enseguida porque claro, ¡yo quería leer YA la historia de Sawyer! Y mira que el chico en la anterior entrega no me dijo nada, porque me parecía un soso, remilgado y demasiado perfecto para mi gusto. Vamos, que Ashton hizo bien en dejarlo porque, ¡menudo muermo! XD. (Es broma, que conste que nunca me gustó la manera en que la autora desarrolló la relación entre Beau y Ashton, ella debería haber sido sincera con Sawyer y no hacer lo que hace…ejem). Pero en este libro descubrimos a un Sawyer totalmente diferente, un Sawyer al que le pegaría tres tortas bien dadas pero al que terminas adorando tanto como a Beau. Estoy ENCANTADA con la historia. No sé si es que estoy pasando por un momento bastante pasteloso ahora mismo pero de verdad, estas historias me tienen enamorada perdida. Y es que para mí Si fueras mío es MUCHO mejor que El chico malo. ¿Por qué? Pues porque a mí Ashton nunca me entusiasmó demasiado y, en cambio, Lena, la protagonista de este libro, es una chica carismática con la que conectas, un personaje coherente que te conquista. Sawyer y Lena hacen una pareja preciosa y chispeante. Me queda nada para terminarlo, así que espero traeros la reseña mañana o pasado como muy tarde, pero vamos, os adelanto que si sigue en la misma línea se llevará muy buena nota (más que el anterior, of course). 

Cita del libro (Beau y Sawyer):
Beau sacudió la cabeza con incredulidad.
-Antes, no hace mucho, eras el bueno. Te preocupabas por lo sentimientos de todo el mundo. Era hasta ridículo lo educado y atento que eras. Has cambiado, Sawyer. No puedo creer lo que estoy diciendo, pero echo de menos a ese tío. Siempre lo admiré. No podía enorgullecerme de mis decisiones, pero siempre estaba tan orgulloso de las tuyas, joder.
La ira que había brotado a la superficie desapareció con su última frase. Beau se dio la vuelta y regresó al campamento, dejándome solo para pensar en lo que acababa de decirme. Saber que se sentía orgulloso de mí hizo que me ardiesen los ojos. Nunca hubiese imaginado que mi hermano, el tío duro, estuviese dispuesto a admitirlo.

¿Habéis leído alguno de los dos? ¿Os llaman la atención?

¡Un besote a todos!