¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Siento actualizar tan poquito últimamente, pero ando muy liada y apenas tengo tiempo de asomarme por aquí. Eso sí, aprovecharé la semana santa para ponerme al día, que no voy a ninguna parte.
Hoy estreno una sección que espero, por mi propio bien, que no se convierta en algo habitual. No soy de abandonar libros, básicamente porque normalmente leo libros que me han recomendado y suelo ir sobre seguro, y porque no me gusta dejar una historia por la mitad. Pero… en ocasiones me llevo algún que otro chasco, algo inevitable ya que cada persona es un mundo, y no a todos nos va a gustar lo mismo. Y me niego a obligarme a mí misma a leer algo que no me gusta, con la de libros pendientes que tengo y que seguro que disfrutaría muchísimo más. Así que me he decidido a dejar por aquí constancia de esos libros que soy incapaz de terminar, por la razón que sea.
Tened en cuenta que es mi opinión personal y que no es una reseña ni mucho menos, solo una breve opinión para desahogarme con todos vosotros.
Y sin más divagación, os dejo con los títulos en cuestión. Estoy segura de que uno de los dos os va a sorprender (¡incluso a mí me sorprendió! XD).
El infierno de Gabriel - Sylvain Reynard
Abandonado con 160 páginas (de 624)
Me resulta curioso que este libro esté gustando tanto, la verdad. Había leído que era muy romántico, y quizás lo sea y me esté perdiendo una gran historia de amor (aunque dudo que a mí me lo llegue a parecer), pero me resulta imposible avanzar. Lo veo y es que se me quitan las ganas de leer. Prefiero ponerme a estudiar que continuar su lectura, así que ya os podéis imaginar lo crítico de la situación.
No me gusta Julia, me parece una protagonista insoportable, irritante, tonta hasta decir basta; la típica chica que siempre mira al suelo, compadeciéndose de sí misma constantemente, con miedo incluso de respirar, torpe hasta decir basta. Para que os hagáis una idea, es la típica protagonista a la que se le cae un vaso, rompiéndose este en mil pedazos, se agacha para recoger los pedazos y tiene tanta suerte que termina clavándose los cristales. Y por supuesto, el chico de turno tiene que venir en su rescate y hacer su papel de médico dispuesto y atento, como si acabaran de atropellarla en lugar de hacerse una herida superficial. ¿Alguna vez os ha pasado? Será que tengo una piel resistente, y no fina y delicada como la de las protas de estos libros, porque nunca me he clavado un cristal. Y normalmente no me tiro en plancha a intentar cortarme para que mi chico venga a rescatarme como un caballero de brillante armadura. Y ohhh, Julie también es virgen, eso por supuesto.
Y bueno, Gabriel no se queda atrás. Antes de tener el placer de conocerlo (nótese la ironía), pensaba que sería el típico chico malo, amargado por uno de esos pasados tortuosos que tanto acostumbramos a ver en este tipo de protagonistas. Y es exactamente así. Pero hay algo más. Gabriel es un capullo con todas las letras, en el mal sentido de la palabra. Cuando empiezo a leer y veo que, además de borde y sentir una clara afición por humillar a Julie, se dedica a menospreciarla por ser ella misma, por ser pobre, vivir en un apartamento modesto, llevar una mochila vieja, y un largo etc. ¿Pero qué es esto? De verdad que sentí que me habían estafado. Y claro, después de juzgar a la pobre chica indefensa y condenarla, se entera de que en realidad es la mejor amiga de su hermana. ¿Y qué hace el señorito? Le da dinero a su dulce hermanita para que le compre ropa bonita a Julie, porque claro, la chica no tiene dinero para comprarse cosas monas y él quiere que sonría como una bella y dulce flor.”Hermanita, gástate 1000 dólares en unos zapatos si quieres, y no te olvides de una nueva mochila de calidad… pero, ¿dinero para comer? ¿Para qué? Que se siga alimentando mal, mientras pueda lucir esos zapatitos de 1000 dólares”. En fin… no sé si esto mejora, tened en cuenta que solo he leído 160 páginas. Pero mi paciencia llegó al límite cuando leí que Gabriel le decía a Julie: “pasas más tiempo de rodillas que una puta” (palabras textuales). Aquí fue cuando me dije: deja de torturarte de esta manera, este libro no es para ti.
¿Qué me estoy equivocando y lo estoy juzgando mal antes de tiempo? Puede. ¿Quizás me estoy perdiendo una preciosa historia de amor? A lo mejor, pero es que me da igual, simple y llanamente. Mi tropiezo con el nuevo boom erótico creo que acaba con este libro (aunque este no se puede considerar erótico, solo romántico contemporáneo).
He leído por ahí que también ha salido de un fic de Crepúsclo, ¿en serio? Si es así yo no he captado las similitudes... aunque tampoco es que haya leído tanto (y 628 páginas me parecen una tortura para descubrirlo, xD).
Mi ejemplar lo sortearé, por si estáis interesados, el mes que viene.
Las tres caras de la luna - Sally Gardner
Abandonado a las 70 páginas (de 208)
¿No os dije que seguramente os iba a sorprender? Bueno, pues este libro no es para mí. Lo compré con muchas ganas y daba por hecho que me iba a maravillar, como el resto de títulos que he leído de este nuevo sello que no hace más que sorprendernos con las maravillas que publican (Bajo la misma estrella, La lección de August y Memorias de un amigo imaginario me enamoraron los tres). Y lo empecé a leer esa misma noche. Pero no era para nada como me esperaba, y esta vez puedo decir que me ha sorprendido en el mal sentido de la palabra. Ojo, no quiero decir que sea un mal libro ni mucho menos. Podéis buscar reseñas y la gran mayoría son altamente positivas. Ojalá yo pensara lo mismo, ojalá me hubiera enamorado de la misma manera. Pero no lo ha hecho.
En primer lugar, no me enganchaba, no conseguía sentir una total empatía hacia Standish, el protagonista, meterme en su piel y sentir esa conexión que yo necesito sentir con el personaje principal de una historia de este tipo. También es cierto que parece tener 15 años, pero se comporta como si fuera mucho más pequeño. De hecho, si no hubieran especificado su edad habría pensado que se trataba perfectamente de un niño de unos 7 u 8 años a lo sumo. La historia está narrada en primera persona, y el protagonista es tan “especial” que no te enteras ni de la mitad de las cosas importantes. ¿Dónde están? ¿Qué está pasando? Me daba la sensación de que dejaban huecos a propósito, para que te encargaras de rellenarlos tú mismo a lo largo del camino. Y siendo una especie de distopía extraña no sé, pero esperaba más detalle. Seguro que muchas de las cosas se van aclarando conforme avanzas en la lectura, pero me temo que no seré yo quien las descubra.
¿Y por qué decidí abandonarlo? Porque siempre hay algo que te hace tirar la toalla, o al menos conmigo siempre pasa. Llegué a una parte desagradable, una escena que me revolvió el estómago a pesar de no estar perfectamente detallada, y que me hizo cerrar el libro para no volver a abrirlo. Quizás es que no me esperaba para nada que la novela siguiera esa tónica, quizás es que soy demasiado sensible (aunque he leído libros mucho más desagradables, pero no sé, es distinto), o quizás simplemente es que no lo he cogido en un buen momento. No lo sé, pero no me ha gustado lo que he leído y he decidido no terminármelo. Considero que 70 páginas de 200 es un buen número para saber si el libro te conquista o no, y este no lo ha logrado conmigo.
En fin, admito con esta lectura quizás peco un poco de rara, pero ya sabéis que a veces voy a contracorriente en cuestión de lecturas.
¿Qué os parece? ¿Habéis leído alguno? ¿Os han gustado?
¡Un besote a todos!