Reseña: La lluvia en tu habitación, de Paola Predicatori

¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Hoy os traigo la reseña del libro que devoré hace un par de semanas y que me dejó con un nudo en el estómago y una sensación un tanto agridulce. Por cierto, el título original, que vendría a ser Mi invierno en Cerolandia, me gusta un rato más que el elegido en español. ¡Es fantástico! *___*. Aunque entiendo que la editorial lo haya cambiado por algo más “comercial/llamativo/neutral”.

Ficha Técnica:

Título: La lluvia en tu habitación
Título original: Il mio inverno a Zerolandia
Autor: Paola Predicatori
Editorial: Salamandra
Encuadernación: Rústica sin solapas
Nº Páginas: 224
Precio: 15€
ISBN: 978-84-9838-538-0

Resumen de la contraportada: 

A sus diecisiete años, Alessandra ha vivido una de las experiencias más dolorosas: el cáncer se ha llevado a su madre y ahora se encuentra entre la aceptación de una pérdida insoportable y un agudo sentimiento de abandono. Al reincorporarse a la escuela, en un impulso se sienta en el último pupitre junto a Gabriele, ese chico al que todos los alumnos llaman Cero: cero palabras, cero estilo, cero notas. Un tipo silencioso, solitario e ignorado por todos, el gran perdedor de la clase, aunque él no parece darse por aludido. Alessandra se convierte así en la nueva habitante de Cerolandia, el país de la nada, de las sombras, del olvido. Cero acoge a Alessandra con una indiferencia que ella agradece, aunque, poco a poco, esa indiferencia va suscitando en ella una curiosidad tan irresistible como insidiosa, pues interfiere en su dolor y llama a la puerta de su obstinada soledad. 

Cero es, por supuesto, más interesante de lo que parece, con su eterno mutismo, sus repetidas e inoportunas ausencias y un notable talento para el dibujo. Así, inesperadamente, el vínculo que se crea entre los dos, un extraño pacto tácito de amistad, va más allá de la atracción romántica y, para Alessandra, el primer invierno sin su madre cobra una nueva perspectiva que le devuelve las ganas de vivir.

Cita del libro:
Por eso adoro Cerolandia. La única regla que hay que respetar aquí es un riguroso silencio monacal: si quieres hablar, puedes hacerlo mediante gestos o usar el código morse, en caso de que lo conozcas. Nadie te pedirá nunca nada más que el respeto de esa santa regla, ni siquiera te preguntarán cómo te llamas. Cualquier noticia procedente del mundo exterior se despedaza en sus confines y, cuando logra entrar, es como una ráfaga de vuelto en un páramo desierto.
I love Cerolandia.

Opinión Personal (sin spoilers): 

Comenzaré diciendo que empecé a leer este libro a ciegas, sin haber leído ninguna reseña y dejándome llevar exclusivamente por la sinopsis y la portada, que me gritaban que lo leyera, que no me iba a arrepentir. Y no lo he hecho. La lluvia en tu habitación es un libro precioso, narrado con una delicadeza cautivadora. Una historia de sentimientos donde el frío, la tristeza y la soledad se pueden palpar en cada una de sus páginas. No es un libro romántico propiamente dicho, a pesar de contar con sus pinceladas de romance. Es un libro de una chica que se enfrenta a su nueva vida sin la persona más importante de su vida: su madre. Una chica que tendrá que ir recogiendo los pedacitos de recuerdos, emociones y sentimientos que su madre ha dejado en su vida, en su corazón, en su casa, en todos aquellos lugares en los que han estado juntas y en esos otros en los que nunca podrán estar. 

Cita del libro:
Si me preguntaran qué recuerdo de esos dos años, respondería que nada en especial, exceptuando los gestos, las sonrisas, los pequeños detalles cotidianos; la vida es eso, ahora lo comprendo, lo que cuenta son los instantes, no las cosas. Creo que incluso cambió mi forma de respirar: puedo afirmar que aprendí a contener el aliento, como si todo ese tiempo lo hubiese pasado bajo el agua, a la espera de volver a tomar una bocanada de aire. Durante ese período solo tuve miedo.

La historia, como habréis podido leer en la sinopsis proporcionada por la editorial, se centra principalmente en la vida de Alessandra tras perder a su madre. Un invierno sin aquella persona que era el centro de su universo, aunque casi nunca se lo demostrara. Alessandra se percatará de lo injusta que ha sido siempre con su madre, de su falta de atención para con ella y esos pequeños detalles negativos que muchas personas hemos tenido en algún momento con nuestras madres. Se arrepentirá de todo lo que nunca llegó a decirle y de muchísimas de las cosas que sí le dijo y que sabía que le hacían daño. Alessandra se ve de repente sola en un mundo del que ya no se siente parte, donde ya no existe nada que la ate al suelo que pisa; las preocupaciones que antes tenía ahora se le antojan insignificantes, aquellos que antes consideraba sus amigos ahora le parecen meras carcasas vacías y sin gracia que nunca han significado nada para ella. Por todo ello, necesita refugiarse en su dolor, que la dejen en paz, que dejen de atosigarla con preguntas inútiles que solo le recuerdan que ya no tiene una madre que espera que vuelva a casa a la salida de clase. Y ese es el motivo por el que la chica decide dejar su antiguo pupitre atrás y sentarse en la zona Cero, junto a Gabriele, el marginado de la clase, el chico problemático que nunca habla con nadie. Cerolandia se convierte en su refugio, allí todo es silencioso, frío y seguro. 

Cita del libro:
[…] Es que después de tu muerte nada puede volver a ser como antes, soy el aprendiz de brujo al que nadie podrá arreglar las cosas. No tengo nada que expiar, no me siento culpable, lo único que noto es que ha ocurrido algo y que la vida cambia, se transforma en algo que no habías pensado, se convierte justo en lo que habías visto que les sucedía a los demás, sólo que esta vez te ha tocado a ti y debes reaccionar, liberarte de las certezas, arrojar un puñado de barro sobre lo que siempre hiciste sin preguntarte por qué y acostumbrarte a lo imprevisto, a la pequeña chiflada que llevas dentro y que se muere de ganas de ponerse a gritar en el momento más inoportuno.

Alessandra era una adolescente como otra cualquiera, con las preocupaciones de una chica de su edad, con sueños de futuro y ganas de divertirse. Hasta que el cáncer hace acto de presencia y comienza a llevarse a su madre a una velocidad de vértigo. Dos años de angustia y sufrimiento, luego la nada. Y todo lo que hasta el momento le parecía importante deja de serlo. Cuando su madre desaparece lo hace también una parte de sí misma, y ya no sabe cómo salir del pozo sin fondo en el que ha caído y en el que permanece aislada del exterior. Su vida se resume a sobrevivir, a salir adelante, y lo va consiguiendo a pasos lentos, tropezando, cayendo y volviéndose a levantar, creyendo en sí misma, aceptando lo que quiere y desprendiéndose de lo que carece de sentido. Cerolandia, con su héroe silencioso, se convierte en su refugio, su zona segura, su isla de paz y silencios.

La relación entre Gabriele (Cero) y Alessandra no ha sido exactamente como yo esperaba que fuera, lo cual no quiere decir que no me haya gustado. Es una relación extraña, que se basa en los silencios y en esa confianza ciega que va tomando forma entre dos personas que aparentemente no tienen nada en común, pero que logran alcanzar un punto de conexión donde confluyen, donde se entienden sin palabras y conectan más allá de lo físico. Ya os digo que la relación es rara pero a la vez muy muy bonita. Desde luego, nunca olvidaré Cerolandia. 

Cita del libro:
No hago ni digo nada más. Me quedo quieta, concentrada en el movimiento de su mano, conteniendo el aliento. Cuando tomo aire de nuevo, lo hago suavemente confiando en que no se dé cuenta de lo emocionada que estoy. El corazón me late tan fuerte que me da la impresión de tener dos. Como si estuviera en otro planeta y tuviese que acostumbrar los pulmones a una cantidad diferente de oxígeno. Quizá sea siempre así cuando estoy con Gabrielle. Otro planeta, otro lugar. Lejos de cuanto conozco, un mundo aparte, el refugio de algo, igual que cuando me tumbaba al lado de mi madre buscando otro tiempo en el tiempo. Este momento es idéntico a la noche de la playa, nos encontramos en un espacio especial para nosotros, que está vacío, desierto. Estamos en Cerolandia.

La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de Alessandra, protagonista indiscutible de la novela. Además, los capítulos están divididos por diversos días o recuerdos, como si Alessandra estuviera escribiendo un diario personal en el que le cuenta a su madre cómo continuó su vida tras su partida, en los que interactúa exclusivamente con ella.

El final es lo que no me ha terminado de gustar del libro. A ver, el libro termina. Pero no es el final que necesitaba la historia, le hacía falta un par de capítulos más, más información sobre el futuro de los personajes, incluso sobre el presente. Me dejó un regusto muy agridulce ese final tan sobrecogedor y ambiguo.

Para ser un libro italiano debo reconocer que le tenía bastante reparo. Hasta el momento, casi todos los libros que he leído de autores italianos (o incluso ambientados en Italia. Debe ser una especie de sello o algo, xD) cuentan con personajes demasiado superficiales y pijos que no se cansan de nombrarte las marcas de ropa, coches y todo lo que se presente. En este libro hay personajes superficiales, pero la protagonista no se deja llevar por frivolidades de ese estilo, y eso me ha encantado. Y por si alguien se lo está preguntando, es un libro juvenil, de esos dramas juveniles que tanto me gustan. Lo digo porque lo encontré en la sección adulta y me quedé un poco patidifusa. 

La lluvia en tu habitación es una novela de esas bonitas que nos sentamos a leer una tarde y la devoramos sin darnos cuenta. Una historia triste y a la vez esperanzadora, que habla sobre el amor desde diversas perspectivas. Un dulce delicioso que te llega y te remueve por dentro, que te hace sufrir pero también sonreír. 

7,5/10

Una historia preciosa que te enseña a valorar los pequeños momentos, a apreciar la hermosura que hay detrás del frío y los silencios. No es un libro perfecto, pero tampoco pretende serlo.

¿Lo habéis leído? ¿Os ha gustado tanto como a mí? ¿Qué opináis del final?

¡Un besote a todos!