Reseña: Contra el viendo del norte de Daniel Glattauer

¡Hola, chic@s! Aquí os traigo la reseña que os prometí, de ese libro que tanto me maravilló y que desde ya recomiendo a todo el mundo, porque dudo mucho que defraude. Agradezco a Elwen porque gracias a su IMMVlog descubrí este título (todo un record, ni siquiera leí su reseña, sigo sin creerme hasta donde llega mi consumismo, XD). Y no me enrollo más, tenéis que leerlo porque es una maravilla. Lo que si os comento es que estaré ausente hasta el sábado seguramente, tengo un examen el viernes por la tarde y hoy voy a empezar a estudiar.

Título: Contra el viendo del norte

Autor: Daniel Glattauer

Editorial: Alfaguara

Precio: 17,50€

Nº de páginas: 264

Resumen

En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. ¿Sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»?

Opinión Personal

Quería intentar ser lo más objetiva posible, pero sinceramente, ahora que estoy aquí sentada sólo le veo una cosa mala al libro, y es que hay una segunda parte, que creo que sale en septiembre y que me voy a quedar sin uñas esperando a que salga.

La verdad es que no estoy nada acostumbrada al género epistolar (ya tengo dos títulos apuntados para comprarlo a la de ya!), así que en este sentido el libro supone para mí una novedad. No hay descripciones, ni un narrador, sino que está compuesto al completo de numerosas conversaciones a través de e-mails.

Todo comienza cuando Emmi Rothner quiere anularse de la suscripción de una revista y se equivoca de correo electrónico, en lugar de woerter@like.com (dirección de la revista), por confusión escribe a woerter@leike.com (nuestro protagonista). El error vuelve a repetirse en más de una ocasión, y finalmente Emmi y el destinatario de la cuenta, Leo Leike, comienzan a escribirse frecuentemente. Al principio es como un juego, uno escribe y el otro contesta, intercambiando diálogos ocurrentes y fascinantes cargados de: curiosidad e interés hacia lo desconocido, sarcasmo, ilusión e inconsciente seducción. Todo ello sin desvelar absolutamente nada sobre sus vidas privadas: edad, físico, u otro tipo de datos más personales como la familia, amistades, intereses, etc. No obstante, si bien no conocen nada del otro y no les apetece tampoco saber, una fuerza superior los empuja al abismo que supone interesarse –cada vez más- por un completo desconocido, sentirse atraídos por sentimientos que transmiten palabras que expresan más de lo que formulan.

Cita del libro:

Por lo que a mí respecta –y aquí llego a mi confesión-, me interesas muchísimo, querida Emmi. La verdad no sé por qué, pero sí sé que se debe a algún motivo especial. Y también sé lo absurdo que es este interés. No resistiría un encuentro, no importa tu aspecto, tu edad, cuánto del considerable encanto de tus mensajes pudiera traerse a una posible cita, y cuánta de la gracia con la que escribes tengas también en las cuerdas vocales, en las comisuras de la boca y en las aletas de la nariz. Sospecho que ese <<tremendo interés>> se alimenta única y exclusivamente de la bandeja de entrada. Es probable que todo intento de dejarlo salir de allí fracase de un modo lastimoso.

Si Leo es un hombre soltero, Emmi en cambio es una mujer casada, o como ella suele repetirle: “felizmente casada”. Pero aunque aparentemente viva en un matrimonio perfecto, y grite a los cuatro vientos que ama a su marido y jamás abandonaría su vida actual por nada, y mucho menos por un desconocido con quién mantiene una asidua correspondencia, hay algo que no encaja del todo, algo que sin darse cuenta a nuestra querida Emmi se le escapa de las manos. Hasta qué punto es algo que tendréis que descubrir vosotros.

Es increíble cómo aun sin conocer detalles precisos de los personajes, a través de los correos electrónicos nos van mostrando de forma sublime la personalidad de cada uno de ellos. Cómo es capaz de transmitir el doloroso interés que se va acrecentando entre los personajes, aun partiendo de la idea de que quizás nunca lleguen a nada más lejos que su "bandeja de entrada". Pero lo que empezó como un juego comienza a tomar demasiado peso para los protagonistas, y la novedad de leer un correo electrónico de un desconocido adquiere otro color, transformándose en ansias y emoción insatisfechas, sentimientos tan intensos como absurdos y abstractos, deseos ocultos y anhelantes hacia una persona totalmente desconocida.

Cita del libro:
50 segundos después
Fw:
¿Qué te pasa con los pechos grandes? ¿Tienes algún problema con los pechos grandes?

Dos minutos después

Re:

Eso es lo que admiro de ti, Leo. No quieres saber, por ejemplo, si tengo pechos grandes. Quires saber si tengo un problema con los pechos grandes. Es algo tan atípico en los hombres que se podría pensar que tienes el síndrome del problema de los pechos grandes.

Tres minutos después

Fw:

Considérame asexuado si quieres, Emmi, pero tanto si son grandes como si son pequeños, gordos, delgados, anchos, planos, redondos, ovalados, puntiagudos o cuadrados, no me interesa ninguna clase de pechos de los que no conozca la cara. Por lo menos no tengo talento para pensar en el volumen de los pechos de una mujer, independientemente del resto.

En cuanto a los personajes, me han encantado los dos. Ambos adultos, independientes, y tan distintos, que resulta increíble cómo el autor logra complementarlos. Emmi es inteligente, enérgica, desconfiada, impaciente, decidida, apasionada, orgullosa y en ocasiones también dulce y cautivadora. Por otro lado, Leo es un príncipe azul con todas las letras, es amable, inteligente, cariñoso, detallista, paciente y también apasionado y cautivador. Sin quererlo ambos son la combinación perfecta, mientras que ella es tormenta, él es en cambio la calma.

Lo que está claro, es que Emmi cubre un vacío en la vida de Leo, y a su vez éste cubre un vacío igual de grande en la de ella. Pero, ¿estarán dispuestos a dejarse llevar por sus emociones y verse por fin las caras, aunque ello implique perder lo que con tanto mimo han ido construyendo hasta el momento? La decisión radica en si están preparados para un encuentro, o si ese encuentro no deberá producirse jamás.

Cita del libro:

Nos dirigimos a la gran desilusión. No podemos vivir lo que escribimos. No podemos reemplazar las numerosas imágenes que nos formamos el uno del otro. Será decepcionante que no estés a la altura de la Emmi que yo conozco. Y no lo estarás. Te sentirás deprimida si no estoy a la altura del Leo que tú conoces. Y no lo estaré. Después de nuestra primera –y única- cita nos separaremos desilusionados, desanimados, como después de una comida abundante que no nos ha gustado, a pesar de haberla esperado un año con un hambre feroz, de haberla hervido a fuego lento y a borbotones durante meses.

Y no cuento nada más. Si es por mí transcribo todo el libro y no es plan, xD. Os animo a todos a darle una oportunidad, porque dudo mucho que os defraude. Eso si, tened clarísimo que cuando terminéis el libro odiaréis al autor por ser tan cruel y dejarnos con la miel en los labios, pues termina en un momento de lo más interesante, y es muy pero que muy frustrante. Espero con ilusión esa segunda parte, que si no he leído mal, sale en septiembre.

Si seguís indecisos, podéis entrar en la página de Alfaguara y descargar el primer capítulo, que fue lo que hice yo y al día siguiente me lo compré y leí en menos de 24h.

Lo mejor: todo, desde la portada hasta la última letra del libro. Es un libro que no me cansaré de leer y conservaré con cariño en mi estantería.

Lo peor: no tener la segunda parte en mis manos, ¡es frustrante!

Nota final: 10