¡Hola a todos! ¿Qué tal? Hoy os traigo una reseña muy cortita de un libro que me he leído a ratos en estos días y que me ha dado mucha pena terminar. No lo voy a puntuar, por cierto, ya que es un poco raro darle nota a un libro de estas características, pero en Goodreads supongo que sí le pondré sus estrellitas.
Ficha Técnica:
Sinopsis de la editorial:
Un caballero pide el tocho más pesado (literalmente) que aflija las estanterías, otro necesita adquirir cincuenta y dos metros de lomos más o menos vistosos y un tercero quiere leer la edición débil de cierta obra. Una dama sospecha que las novelas de Dickens fueron escritas por su hermana Charlene, otra busca libros de color verde y una tercera pregunta por relatos donde Robin Hood no robe a los ricos. Demencias como éstas (e incluso más dementes) ocurren a diario en las librerías, esos templos de la inteligencia. El lector hallará aquí una colección de anécdotas pintorescas o definitivamente estrambóticas que le alegrarán la tarde con unas cuantas carcajadas y tal vez socaven la poca fe que aún pudiese tener en la sensatez de la especie humana.
CLIENTE: Tenéis libros sobre las artes oscuras?
LIBRERO: No...
CLIENTE: ¿Y sabéis dónde podría encontrarlos?
LIBRERO: Puede intentarlo en Hogwarts.
CLIENTE: ¿Por dónde cae?
LIBRERO: Por las afueras.
CLIENTE: Gracias.
Opinión Personal (sin spoilers):
Hay que leer este libro, tanto si eres (o has sido alguna vez) librero/bibliotecario como si eres un simple lector, como yo; te aseguro que las risas están 100% aseguradas. Digamos que leer Cosas raras que se oyen en las librerías ha sido como inyectarme una buena dosis de risoterapia, que nunca viene nada mal.
Cosas raras que se oyen en las librerías es en su totalidad un libro de anécdotas. La propia autora es librera, lo que la inspiró a escribir este libro e incluso una segunda parte que espero que Malpaso también publique y que cuente con una edición tan currada como esta. El libro está repleto de situaciones de lo más disparatadas que han sido vividas por la autora y por libreros de diferentes librerías del mundo, especialmente británicas.
Originalmente el libro se dividía en 3 bloques: historias de Edinburgh Bookshop, historias de Rippling Yarns y rarezas de otras librerías. Sin embargo, Malpaso incluyó además un bloque extra, titulado cosas raras que se oyen en librerías españolas. Evidentemente, hay anécdotas más divertidas que otras pero ninguna de ellas tiene desperdicio. Era de esperar que alguien hiciera un libro sobre las situaciones rocambolescas que vive un librero en su día a día. Tengo amigos libreros y me han contado cosas tan increíbles como las que aparecen en este libro. Pero ¿de qué nos sorprendemos? Si es que la realidad siempre supera a la ficción (XD).
Echadle un poco de imaginación, formulad la pregunta más rara que se os ocurra, y puede que deis con algo similar en estas páginas. Desde el típico estoy buscando un libro, pero no recuerdo el título a cosas tan surrealistas como un cliente que pregunta por títulos de su invención solo porque le parecen geniales u otro que le pide al librero que le lea el primer capítulo de un libro porque se ha olvidado las gafas en casa. Padres que pretenden hacer de la librería una guardería, clientes que piden cosas tan increíbles como que les lleven a su casa el libro porque está lloviendo o hasta pedirle al librero que les haga un resumen de una novela para poder presentar un trabajo.
CLIENTE: ¿Tenéis algún libro con el pronóstico del tiempo para el resto del año?***CLIENTE: ¿Tiene algún libro de chistes sobre suegras? Se lo quiero regalar a la mía, así como de coña. Pero una coña que va en serio, ¿comprende?***CLIENTE: Hola, busco un compendio de la Biblia.LIBRERO: ¿Del Antiguo Testamento o del Nuevo Testamento?CLIENTE: Pues...LIBRERO: ¿Cuál quiere? ¿El antiguo o el nuevo?CLIENTE: Si ya ha salido el nuevo me llevo ése, que será mejor.***CLIENTE: Hola, busco El lazarillo de Tormes, pero no me pregunte cómo se llama el autor porque se me ha olvidado.***JOVEN CLIENTE (con cara de pesadumbre): Hola, vengo a cambiar el libro de La Celestina que compré ayer porque me lo disteis en otro idioma.LIBRERO: Es castellano antiguo.JOVEN CLIENTE: ¡Ah! ¿Me puedes dar uno que se entienda?
Y no olvidemos las llamadas telefónicas, ni a esas personas que entran buscando de todo menos libros (y cuando digo de todo, quiero decir DE TODO). Me lo he pasado bomba, de verdad que sí.
En realidad, ¿quién no ha entrado a una librería y ha dicho algún disparate alguna vez? Quería lavarme las manos, pero entonces recordé que hace poco entré a una de las librerías donde suelo comprar y le dije a la chica (que la conozco, que conste): quiero Un hijo. Podéis imaginar la cara que me puso. Yo me refería a Un hijo, de Alejandro Palomas, evidentemente (XD).
En realidad, ¿quién no ha entrado a una librería y ha dicho algún disparate alguna vez? Quería lavarme las manos, pero entonces recordé que hace poco entré a una de las librerías donde suelo comprar y le dije a la chica (que la conozco, que conste): quiero Un hijo. Podéis imaginar la cara que me puso. Yo me refería a Un hijo, de Alejandro Palomas, evidentemente (XD).
La edición es una auténtica preciosidad. Como veréis más abajo en las fotos, la cubierta es de tapa dura y las páginas están pintadas de manera que al cerrar el libro se vea naranja. Además, algunas anécdotas cuentan con ilustraciones muy simpáticas. El libro en físico también incluye la versión en ebook (todavía no he descubierto cómo descargarla, pero en ello estoy).
CLIENTE: Siempre me he preguntado cómo se escriben los libros.
LIBRERO: ¿A qué se refiere?
CLIENTE: O sea, ¿cómo hacían los autores antes de que hubiera ordenadores?
LIBRERO: Bueno, antes había máquinas de escribir y, antes de eso, se escribía a mano.
CLIENTE: Pues la vida de los escritores hubiera sido más simple si los ordenadores se hubieran inventado antes.
LIBRERO: Sí...
CLIENTE: Y, hoy en día, ¿qué programa se usa?
LIBRERO: ¿Programa?
CLIENTE: Sí, un programa que te diga cómo debes escribir, que ponga las escenas en orden y todo eso.
LIBRERO: Diría que no existe. Seguro que hay programas con orientaciones, pero no creo que los escritores los usen mucho. Simplemente escriben.
CLIENTE: ¿Simplemente escriben?
LIBRERO: Así es, escriben aquello que quieren contar.
CLIENTE: O sea, que usan un programa como Word y ya está.
LIBRERO: Supongo...
CLIENTE: Eso es lo que no entiendo.
LIBRERO: ¿Por qué?
CLIENTE: Porque el tamaño de Word es A4 y los libros son mucho más pequeños.
LIBRERO: ¿?
CLIENTE: ¿Cómo logran que les quepa todo?
Cosas raras que se oyen en las librerías es un libro que todo amante de la literatura disfrutará enormemente. Un libro para coger y echarte unas risas de vez en cuando, porque os aseguro que no pierden gracia una vez leídos. Desde aquí un aplauso a todos los libreros y bibliotecarios del mundo, que ahora mismo me parecen unos santos.
Os dejo algunas fotos para que veais la edición. La primera es de mi libro, las otras tres se las he cogido prestadas a Malpaso (de AQUÍ).
¿Lo habéis leído u os llama la atención? ¿Lo habéis disfrutado tanto como yo?
OMG con este libro me partiría la caja y me pondría de los nervios a la vez xd
ResponderEliminarun beesito
No he parado de reírme durante toda la reseña. Tiene muy buena pinta. Me lo apunto. Gracias por el post ;)
ResponderEliminarTenía ganas de leerlo cuando leí la sinopsis en internet, pero ahora con tu reseña tengo muchas más.
ResponderEliminarUn beso :3
El lunes sin falta lo voy a buscar, que lo he reservado. No he dejado de reírme XD
ResponderEliminarEs un libro muy curioso y aunque las situaciones puedan parecer inventadas o exageradas puedo asegurar que en algunos casos se quedan cortas.
ResponderEliminarSaludos
Qué gracioso, ahora quiero leerlo!! ;)
ResponderEliminarNo lo conocía y me ha hecho mucha gracia descubrirlo. He pasado unos meses trabajando en una biblioteca y es cierto que la gente pregunta cosas muy raras XD Me apunto este libro porque seguro que me lo paso pipa =D
ResponderEliminarBesos