Reseña: Una tarta de manzana rellena de esperanza, de Sarah Moore Fitzgerald

¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Para estrenar diseño nuevo, hoy os traigo la reseña de uno de esos libros que terminas de leer con un regusto dulce en el paladar. Lo leí hace ya unos meses, pero todavía no había colgado la reseña. 

Ficha Técnica:

Título: Una tarta de manzana rellena de esperanza
Autora: Sarah Moore Fitzgerald
Editorial: Maeva Young
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Nº Páginas: 1200
Precio: 15,90€
ISBN: 978-84-15893-71-4
Lee el primer capítulo: AQUÍ

Sinopsis:

Oscar Dunleavy, un chico con un brillo especial, bondadoso, generoso, inteligente y sobre todo optimista, tiene un secreto. Sabe preparar unas tartas de manzana «casi mágicas». Todos aquellos que las prueban se contagian inmediatamente de una gran alegría y felicidad. Pero un día Oscar desaparece, y todo el mundo asume que ha fallecido. Solo Meg, su mejor amiga, y Stevie, el hermano pequeño de Oscar, se niegan a aceptarlo. Juntos empiezan a investigar, decididos a descubrir qué le ha podido suceder, y en esta búsqueda épica, los tres chicos aprenderán una valiosa lección.

Opinión Personal:

Que estamos ante un libro especial es algo que se siente al leer esa sinopsis que dice mucho y a la vez no dice nada. Hay historias en las que lo importante no es lo que te cuenten sino cómo te lo cuenten, y esta es una de ellas. Una tarta de manzana rellena de esperanza, como su propio nombre indica, es una historia donde la esperanza es un ingrediente esencial en esas tartas mágicas que tienen el poder de cambiarte, de hacer que pases de verlo todo negro, justo al borde del precipicio, a que encuentres salidas a esos interrogantes que ni siquiera sabías cerrar por ti mismo. 

[…] Una cosa que he aprendido sobre la paz es que no siempre es buena. La paz puede ser frágil y puede ser fea y puede no ser adecuada. La paz construida sobre mentiras no es paz en absoluto. 

Meg y Oscar han sido amigos desde niños, una de esas amistades que unen más que cualquier lazo de sangre, que no entiende de palabras ni de porqués. Su amistad ha ido creciendo al tiempo que lo han hecho ellos y una semilla plantada por casualidad en el interior de ambos ha ido cambiándola hacia algo más especial, un sentimiento al que ninguno de los dos ha terminado de dar forma. También son vecinos, sus ventanas están conectadas y tienen por costumbre pasar largas horas en compañía del otro; unidos, inseparables. Hasta que Meg se ve obligada a marcharse a Nueva Zelanda con sus padres y la amistad se ve cortada por algo más que la distancia. 

Malentendidos, engaños, ausencias, envidia y personas dañinas son algunos de los motivos, pero no el todo, de que Oscar haya terminado desapareciendo sin dejar rastro. Pero no penséis que se trata de la historia de una desaparición (que sí, que va de eso también; la sinopsis no miente), pues es más que eso y menos también. Hay mucho que encontrar más allá de Oscar y lo haremos de una manera casi mágica. Porque si algo tiene el libro es magia, de esa solo puedes ver si cierras los ojos y sientes, hueles y eres capaz de paladear. Hay magia en cada línea, en cada escena. Magia de la buena.

El libro está narrado desde los dos puntos de vista, el de Meg y el de Oscar, y ambos nos sabrán llevar del presente al pasado para que conozcamos la historia en su totalidad. De esta manera, seguiremos a Meg y a Stevie en su búsqueda por descubrir qué ocurrió con Oscar, y también descubriremos qué llevó a este último a la situación límite en la que comienza esta historia: con su supuesto suicidio/desaparición.

—Nada es como tú piensas. Hay muchas cosas que no son lo que parecen. A veces parecen de una manera, pero quizá no es así como son en realidad. A veces la gente necesita que se la siga buscando, o al menos que se hagan preguntas en su nombre. Y muchas veces, la gente no puede hablar y necesita hablar por boca de otros. Cuando los pierdes de verdad es cuando dejas de buscar, hablar y preguntar. No te rindas, Meg.

Meg es una adolescente que actúa como tal, con sus miedos, inseguridades y esa lucha interior por controlar unos sentimientos a los que aún no sabe dar nombre. Ella no quería irse con sus padres, se negaba en redondo, cosa que se había cansado de transmitirle a su mejor amigo. Pero él, que siempre sabía sacar el lado bueno de las cosas, logró hacerle ver todo lo que el viaje dejaría en ella una vez hubiera concluido, lo mucho que lo iba a disfrutar. Claro que Meg no contaba con que todo cambiara, así como tampoco contaba con recibir, a tantos kilómetros de distancia, la noticia de que su mejor amigo había desaparecido; o peor aún, que había intentado suicidarse.

En cuanto a Oscar… él es mucho más complicado de definir. Oscar es la esperanza que envuelve toda la historia y que une a cada personaje. Es la magia. La que se ve y la que se mantiene oculta y que solo descubrimos si leemos entre líneas. El ingrediente principal en esas tartas rellenas de esperanza que prepara y que tienen el poder de salvar a la gente. Oscar es un chico íntegro, sumamente bondadoso, siempre alegre y dispuesto a ayudar.

—La esperanza nunca es destructiva. La esperanza es lo que te ayuda a salir adelante —dije.

Me ha gustado mucho esta historia, aunque mentiría si no dijera que los meses que han pasado desde que la leí han desdibujado un poco la impresión tan buena que me dejó tras su lectura. Porque se devora, ya os lo digo, en apenas un par de horitas. Cuenta con apenas 200 páginas y, lejos de lo que pueda parecer, es increíble lo que la autora consigue transmitir en tan poco espacio. 

Mi único problema con esta historia, además del final precipitado, fue precisamente su protagonista principal: Oscar. Que sí, que es un personaje maravilloso, tierno, increíblemente humano y bondadoso. Pero es precisamente todo eso lo que hizo que se me antojara algo irreal, que no terminara de cuadrarme que fuera tan bueno y que actuara como lo hace en determinados momentos. Quitando este detalle el resto de la novela es una cucada digna de ser leída, que además se aleja de los tópicos que tanto abundan en el mercado. Este tipo de novelas son necesarias. 

Una tarta de manzana rellena de esperanza encierra entre sus páginas una historia digna de ser leída, repleta de frases que rezuman esperanza. Una historia que que trata temas reales y humanos de una manera esperanzadora. Amistad, familia, relaciones humanas, amor puro y verdadero se enfrentan a la envidia, los celos, las mentiras y a personas nocivas. El cómo es algo que tendréis que descubrir vosotros mismos. 

¿Lo habéis leído? ¿Os llama la atención?

¡Un besote a todos!