¡Hola a tod@s! Como much@s sabéis, hace muy poquito tuvo lugar el salón del cómic de Barcelona. Esta es la convención de cómic más importante de España y una de las más importantes de Europa, así que para mí, es toooda una fiesta.
Aproveché el salón para conocer a algunos autores, conseguir algunos dibujos y, como no, comprar algunas cosas. Una de esas cosas que compré es este Fairy Quest que hoy reseño. Se trata de un cómic americano que se publica por primera vez en nuestro país, y lo hace de la mano de Ediciones Babylon en un formato de lujo. El tamaño de la hoja, para que os hagáis una idea, es como el de un cómic europeo (mayor al de los típicos cómics americanos). El papel es satinado y las cubiertas son en cartoné. Nada del otro mundo si lo comparamos con los cómics europeos de cualquier editorial española, pero sí que es poco usual encontrar cómics americanos editados de esta manera (sobre todo por el tamaño, lo demás sí es normal).
Como no quiero enrollarme demasiado con la presentación (y ya llevo unas cuantas líneas), sólo diré que sus autores son muy conocidos en el mercado americano, han trabajado para las editoriales más importantes y se han encargado de algunos de los personajes más relevantes de las mismas pero, sin lugar a dudas, donde son realmente buenos (al menos para mí), es cuando hacen “obras de autor”, obras personales al margen de las grandes editoriales y con personajes propios. Pues bien, Fairy Quest es uno de estos proyectos, quizás, el más personal de todos, ya que se produce económicamente mediante kicksatarter, que es un sitio web donde se recogen fondos para proyectos creativos.
Ficha Técnica:
Título: Fairy Quest - Los Forajidos
Guionista: Paul Jenkins
Dibujante: Humberto Ramos
Editorial: Ediciones Babylon
Encuadernación: Cartoné
Nº Páginas: 58
Precio: 14,95€
ISBN: 978-84-15565-73-4
Para comprar (solo en la web): AQUÍ
Descarga un fragmento: AQUÍ
Guionista: Paul Jenkins
Dibujante: Humberto Ramos
Editorial: Ediciones Babylon
Encuadernación: Cartoné
Nº Páginas: 58
Precio: 14,95€
ISBN: 978-84-15565-73-4
Para comprar (solo en la web): AQUÍ
Descarga un fragmento: AQUÍ
Resumen Personal (sin spoilers):
Desde siempre, uno de los mejores momentos del día de los niños es la hora del cuento. Justo antes de dormir, sus madres agarran un libro y al contarles la historia, que puede ser nueva o repetida, es como si plantasen una semilla de inocencia e imaginación en la mente del pequeño.
Lo que ocurre con los cuentos es que nunca varían, todos conocemos de memoria el cuento de Caperucita Roja, La Cenicienta, Pinocho o Peter Pan. Nos los sabemos porque no cambian, son iguales desde siempre. ¿O no? ¿Y si la realidad fuese bien distinta? ¿Y si los cuentos fuesen siempre iguales porque sus personajes estuviesen obligados a repetir una y otra vez la aventura por la que fueron conocidos?
Más allá de un océano aún por descubrir, a un millón de kilómetros de donde te encuentras ahora, hay un país de fantasía.
Ahora imagina que caminas en círculos. Y si sigues la media luna hasta que se esconda más allá de las colinas, llegarás a un bosque encantado llamado El Bosque de las Fábulas, donde moran juntas todas las historias que alguna vez fueron contadas.
Lo que ocurre realmente en El Bosque de las Fábulas es que los personajes de los cuentos están esclavizados por el malvado Señor Grimm y su Policía del Pensamiento. Por todas partes hay carteles y anuncios que “recuerdan” a los ciudadanos que no deben desviarse de sus historias, que deben seguir su guión. Si alguna de las fábulas decide saltarse las reglas del Señor Grimm es arrestada y sometida a su máquina infernal, “El borrador de mentes”.
Sin embargo, todos sabemos que en los cuentos hay personajes y “personajes”, y siempre hay algunos que son más rebeldes que otros. Caperucita Roja, por ejemplo, no es precisamente conocida por hacer caso de lo que le dice su madre y lleva tanto tiempo representando su papel que ya está harta. Harta de no poder ser libre, de la monotonía, del Señor Grimm y sus soldados. Pero, sobre todo, está harta de que todo el mundo trate mal a su mejor amigo, El Lobo Feroz.
Así pues, la pequeña Caperucita ha tomado su decisión, está dispuesta a hacer algunos “cambios” en los cuentos, le cueste lo que le cueste.
Opinión Personal (sin spoilers):
El tema de los cuentos ha dado para muchos tipos de historia en los últimos años. En cuanto a cómics, ha habido un buen número de series relacionadas con ellos. Fábulas, Lullaby o prácticamente todo el catálogo de la editorial Zenescope (en USA), por citar algunos. Ni que decir tiene que en la televisión la serie de Once Upon a Time bebe directamente de este concepto (aunque las cosas como son, aquí lo que intentaron fue plagiar el cómic de Fábulas), y en el cine las adaptaciones de cuentos están a la orden del día. El problema, es que entre tanto bebedor, la fuente se va secando y ya hoy en día son pocos los productos relacionados con los cuentos que me parecen novedosos.
Ahora bien, ¿qué es lo que hace especial a Fairy Quest? Sin lugar a dudas, sus autores. Paul Jenkins es un tipo “retorcido”, por ello a menudo encuentra la forma de presentarnos un producto que aunque pueda parecer destinado a un tipo exclusivo de público, infantil en el caso que nos ocupa, o juvenil, como es el caso de los cómics de superhéroes, luego consigue crear una historia que pueda ser leída por personas de cualquier edad. Muchas de sus historias tienen, por decirlo de alguna manera (ni por asomo establezcáis una comparación aquí), el síndrome del El Principito. Es decir, tienen varias lecturas y según el momento y el lector, este puede encontrarle sentidos distintos a la obra.
Por la parte artística tenemos a Humberto Ramos, dibujante de cómics con muchísima experiencia que ahora mismo se encuentra en la cumbre de su carrera, siendo uno de los dibujantes regulares de Spiderman para Marvel. Humberto es un autor con un estilo muy personal, parece una fusión de los estilos de dibujo del manga y el cartoon pero que además se adapta al tipo de historia que esté haciendo el autor en ese momento. De esta forma, en Fairy Quest consigue dibujar a los personajes de cuento con un aire muy de dibujos animados, muy de adaptación de cuento al cine de animación.
Como ya he dicho, Humberto Ramos destaca de una forma especial cuando hace proyectos más personales, de esta forma, en Fairy Quest podemos ver toda una galería de personajes y criaturas a las cuales el ha diseñado casi desde cero. Desde Dragones, a máquinas, soldados (con un aire muy steampunk), o a los propios personajes de cuento (atención a las páginas donde aparece Peter Pan, porque el autor ha dado un diseño completamente nuevo a los personajes de la obra de Barrie).
Lo peor de este proyecto es que carece de periodicidad, los autores lo van haciendo en su tiempo libre mientras cumplen sus labores con las grandes editoriales y esto hace que haya pasado aproximadamente un año desde que la primera parte viese la luz en USA. Sin embargo, y para que nadie tire la toalla, hace pocos días se ha anunciado la segunda parte (continuación) de este Fairy Quest – Los Forajidos.
No es la mejor obra de ninguno de los autores (ni juntos ni por separado), pero para mi gusto, se deja leer y el formato con el que nos llega es muy atractivo (insisto, para lo que es la edición habitual de los cómics americanos).
En definitiva, un cómic sobre cuentos, pensado para un público infantil-juvenil, pero que reúne los condimentos necesarios para gustar a pequeños y mayores por igual (tiene unas gotitas de mala leche que le van muy bien a la historia).
Lo mejor: La vuelta de tuerca que Paul Jenkins le da a los distintos cuentos, los diseños de Humberto Ramos y un formato de lujo para la obra.
Lo peor: El continuará de la última página.
7/10 |
Pues tiene una pinta estupenda, le daré una oportunidad :)
ResponderEliminarBesazos!!
Tengo mucha curiosidad por este cómic. ¡Lo quiero! ;)
ResponderEliminarLo llevo queriendo desde que lo vi en la página web de Ediciones Babylon hace... ¿meses?
ResponderEliminarEl dibujo me parece tan mono y la historia me llama tanto...
Lo necesito.
Besos desde ¿Realidad? no, libros:)
hola!!
ResponderEliminarno soy mucho de leer cómics pero la verdad es que no me cierro a nada, y este no lo pones nada mal
un beso