Reseña: La secta de los asesinos (Las Guerras del Mundo Emergido I), de Licia Troisi

¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Yo bastante perezosa por culpa del calor, que parece que no se va a acabar nunca. Hoy os traigo la reseña del primer libro de una saga que arranca bastante bien, aunque no ha sabido cumplir con todas mis expectativas.  

Ficha Técnica:

Título: La secta de los asesinos
Título original: La setta degli assassini. Le Guerre del Mondo Emerso I
Saga: La secta de los asesinos I
Autor: Licia Troisi
Editorial: Destino
Encuadernación: Rústica con solapas
Nº Páginas: 480
Precio: 16,95€€
ISBN: 978-84-08-00751-7
Lee los primeros capítulos: AQUÍ

Orden de lectura de los libros:  

1º- La secta de los asesinos

2º- Las dos guerreras
3º- Un nuevo reino

Resumen de la contraportada: 

Hace siglos, el Mundo Emergido pertenecía a los elfos, criaturas purísimas que vivían en armonía con la naturaleza. Pero los hombres y los gnomos pusieron fin a su vida pacífica al invadir sus tierras…

Ya han transcurrido cuarenta años desde que terminó la gran guerra que puso fin a la sed de conquista de Aster el Tirano, pero el Mundo Emergido sigue sin encontrar la paz. Dohor, Caballero del Dragón convertido en rey de la Tierra del Sol, está extendiendo lentamente su influencia sobre el resto de las Tierras Emergidas. Pero no es el único que conspira por el poder. La misteriosa Gilda de los Asesinos, cuyos miembros viven consagrados al asesinato en todas sus formas, ha resucitado el terrible y sanguinario culto a Aster. Para llevar a cabo sus oscuros planes, la Gilda busca por todas partes adeptos y guerreros asesinos como Dubhe, quien, a los diecisiete años, es la ladrona más hábil de la Tierra del Sol, capaz de entrar como una sombra en las casas mejor guardadas y sustraer todo cuanto haya de valor.

Y aunque la muchacha ha jurado que jamás se cobraría una vida humana, la Gilda posee muchas maneras de convencer a quien se proponga. Como, por ejemplo, un sortilegio capaz de transformar a Dubhe en una esclava dispuesta a asesinar en cuanto se lo ordenen…

Opinión Personal (sin spoilers): 

Creo que el resumen no puede ser más acertado para describir lo que nos encontramos en este primer libro de una saga que promete grandes sorpresas a lo largo del camino. Por si no lo sabéis, existe una trilogía anterior a esta llamada “Crónicas del Mundo Emergido” (Nihal de la Tierra del Viento, La misión de Sennar y El Talismán del Poder), editada por Kailas Editorial y que si no estoy loca todavía se puede conseguir sin problemas en librerías (lo que advierto que las portadas son horrorosas y los libros pasan de los 20€ cada uno). No obstante, a pesar de que La secta de los asesinos está ambientada cuarenta años después de finalizar el último libro de la anterior saga, no es necesario haberla leído para seguir el hilo de la historia a la perfección. La autora nos pone en situación conforme avanzamos por la historia con sus explicaciones pertinentes de tiempos pasados o partes de los diarios donde explican la caída del Tirano. Yo misma no he leído la anterior saga y no me he perdido en ningún momento.

Dubhe cometió su primer asesinato a los ocho años, cuando solo era una niña inocente que adoraba a su padre, la tranquilidad de su hogar y disfrutar de la libertad de corretear por la aldea acompañada de sus amigos, haciendo travesuras, pescando, cazando y ampliando su preciada colección de animales disecados. Fue en una de las escapadas con sus amigos cuando sucedió. Dubhe se peleó con el líder de su pandilla y, sin querer, le dio un golpe contra una roca y lo mató. Desde ese instante su vida se rompió en mil pedazos. En la aldea la repudiaron y la separaron de sus padres, dejándola abandonada en una tierra alejada de su aldea, en medio del caos de una guerra que ella ignoraba. La niña encontró muerte allá a donde iba, muerte y desolación, muerte y soledad, muerte y dolor. Mucho dolor. Pero sobre todo muerte. Toda su vida ha estado bañada por la muerte. Hasta que, por el camino, encuentra a un joven asesino que pronto se convertiría en su Maestro, el pilar de su existencia, y su vida quedará ligada a la de él de una manera inexorable. 

Cita del libro:
El único punto sólido es él, el Maestro.
-El nuestro no es un trabajo con una moral, Dubhe. Hay reglas, sin duda, pero no existen ni el bien ni el mal. Existe la supervivencia pura y dura, existe el puñal y un hombre al que hay que matar. O eso, o la miseria, nuestra muerte…

La historia comienza presentándonos a una Dubhe adolescente, entrenada en el arte de asesinar pero que ha dejado todo el camino de la muerte de lado, enterrado para siempre. Ahora la joven se ha convertido en una experta ladrona que utiliza su entrenamiento para vivir, que vaga por el mundo como una vagabunda robando para subsistir. Se hace un nombre en el arte del hurto, pero sus hazañas no tardan en llegar hasta la Gilda, la secta de los Asesinos de la que su Maestro huyó tantos años atrás. Según los miembros de la secta, Dubhe es uno de los “Niños de la muerte”, nombre por el que se conocen a aquellos niños que matan a tan temprana edad o nacen cobrándose la vida de sus madres. Y Thenaar, el dios al que veneran los miembros de la Gilda, quiere en su seno Niños de la muerte como Dubhe y harán cualquier cosa para que estos sigan su culto y sean obedientes. 

Por supuesto, Dubhe se niega en redondo a semejante petición, pero ellos se encargarán de hallar la manera de convencerla: le lanzan una maldición, instaurando una bestia dentro de ella que mina su voluntad y la lleva al borde de la locura, una bestia que se enrabieta ante el olor de la sangre y la necesidad visceral de bañarse en ella. Los únicos que conocen la cura para su maldición son los miembros de la Gilda, ni siquiera el suicidio la librará de un destino atroz. La única manera en que Dubhe puede controlar a la bestia que habita en su interior es tomándose una poción, un remedio que la curará paulatinamente, y para ello tiene que unirse a los Victoriosos, a los Asesinos de la Gilda, una secta tenebrosa que viven por y para la muerte y que rinden culto a un Dios que se baña en la sangre de los Perdedores. Algo grande está preparando la Gilda, algo que sumirá al Mundo Emergido de nuevo en el caos y la destrucción. Y Dubhe, sin quererlo, se verá involucrada de lleno en una guerra en la cual no quiere tomar partido. 

Cita del libro:
[...] Nunca habría creído que llegaría a ser una de esas que aman la vida. La vida era simple, brutal, y le resultaba difícil imaginársela como algo agradable, bonito. Ahora, sin embargo, cuando un simple gesto la separaba de la conclusión de la historia, sentía que no podía hacerlo. Había algo en ella que aún deseaba vivir. Como si pudiera permitirse un futuro distinto del pasado, como si el tiempo que tenía por delante pudiera conducirla de nuevo al Maestro, o a los años transcurridos en Selva. Una esperanza desesperada, como todas las esperanzas. Un irracional deseo de ir más allá, hasta el fondo.

Y hasta aquí puedo contar de la novela. Al principio pensé que la historia sería mucho más complicada de seguir, pero lo cierto es que cada vez que comenzaba a hacerme preguntas la autora no tardaba en darme las respuestas que necesitaba. Con una narración en tercera persona desde el punto de vista de diversos personajes, especialmente de Dubhe, la protagonista indiscutible, iremos recorriendo las ocho tierras que conforman el Mundo Emergido, disfrutando de la paz que todavía reina en algunas zonas y horrorizándonos con la muerte y destrucción que impera en otras.

Dubhe es una protagonista con la que sientes una empatía instantánea. La autora nos mete de lleno en su vida, mostrándonos la crueldad con la que se ha visto obligada a vivir a lo largo de los años por un error. Una muerte que todavía le quema por dentro, que araña sus pesadillas causándole un tormento eterno. La joven es decidida, inteligente, directa, letal y lucha por la supervivencia en un mundo en el que ya no le queda nada, solo una vida manchada de sangre. A pesar de la culpa que la consume, a pesar del dolor, sus ansias de vivir son mucho más fuertes que la oscuridad que se cierne sobre ella. Ella quiere vivir, y hará cualquier cosa por lograr su objetivo.

Cita del libro:
[…] Antes de que todo empezase, cuando todavía era una simple ladrona, pensaba «¿Hasta cuando?» sin acabar de comprender el porqué de aquella pregunta. Ahora lo entendía. Estaba cansada. Y no se trataba sólo del sello. Estaba cansada de actuar tal y como le imponían las circunstancias, y de moverse como si alguien la manipulase, de avanzar empujada sólo por el deseo de sobrevivir. Y aunque el sello tal vez pudiera romperse, su esclavitud, en cambio, no tenía fin.

La novela es bastante introductoria y está dividida en capítulos que siguen la trama principal, la del presente, y capítulos dedicados al pasado, a la vida de Dubhe desde que mata por primera vez a los años que transcurren al lado de su Maestro, adiestrándose para ser convertirse en una asesina profesional. Hasta que, ya al final del libro, las dos partes confluyen, encajando todas las piezas desperdigadas por el camino sobre la vida de la joven. Se cierra un ciclo y se abre otro. Lo cierto es que las partes del pasado me han fascinado y enganchado de tal manera que se me hacía bastante cuesta arriba enfrentarme a las del presente. Sé que el presente es necesario, que conocer la Gilda en profundidad es imprescindible para seguir el hilo de la historia… pero apenas sucede nada demasiado “relevante” en las partes del presente hasta casi finalizar la historia, cuando aparece en escena un personaje secundario, Lonerin, y comenzamos a tener una visión más amplia del Mundo Emergido. A partir de ahí me terminé la novela de un tirón, enganchada a las dos partes por igual.

No hay romance en este libro, advertidos quedáis los más románticos. El amor que se atisba es el que Dubhe siente hacia su maestro, y es algo mucho más fuerte que el amor usual, es una conexión única, visceral, un lazo entre dos almas unidas por una oscuridad tormentosa. Según me han comentado, el romance llega en los siguientes libros. 

Cita del libro:
Ahuyenta esos pensamientos sacudiendo con fuerza la cabeza, y las gotitas que salen despedidas de su cabello golpetean la superficie del agua y el suelo de alrededor. Porque a veces no quería ser mujer. No quería tener ningún sexo, sólo de ese modo podría servir de verdad y en plenitud al Maestro. Desearía ser como él, cambiar hasta convertirse en su imagen. Letal, elegante como él, eso es lo que le gustaría, pero su cuerpo se lo impide, es un muro que la separa de la persona que más ama.

En lo relevante al elenco de personajes secundarios, hay una gama bastante extensa, algunos incluso pertenecientes a tiempos pasados, personajes que existieron en la saga anterior y que vuelven a retomarse en esta. No los voy a nombrar porque son pocos los que han tenido excesivo protagonismo en este libro. Para mí, el personaje de esta novela ha sido el Maestro, las escenas protagonizadas por este hombre, la sobriedad de su persona y la determinación y ternura con que maneja a Duhbe, fueron las mejores del libro con diferencia.

El final deja abiertas todas las puertas hacia la segunda parte. Ahora que lo pienso, en realidad no se resuelve prácticamente nada, sino que más bien se abren nuevas incógnitas y dejan a los personajes encaminados hacia nuevos propósitos que tienen que ver con el mismo hilo principal.

La secta de los asesinos abre las puertas hacia un mundo oscuro y hábilmente construido, lleno de intrigas, traiciones, magia a raudales y una gama extensa de personajes a cual más interesante. Conducida de la mano de una asesina con corazón, recorreremos los intrincados caminos del Mundo Emergido observando las muertes y la desesperanza que toda guerra provoca en el corazón de sus habitantes. 

7/10

Con sus grandes dosis de acción, una protagonista sin igual y una trama compleja y perfectamente construida, la saga comienza con un principio más que satisfactorio y promete ser de las que dejan huella.

¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido?

¡Un besote a todos!