¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Hoy os traigo la reseña de un libro que tenía muchas ganas de leer por todas las críticas tan buenas que había leído y… bueno, no ha sido para nada como me esperaba. Me siento un poco como un bicho raro. En fin, xD
Ficha Técnica:
Resumen de la editorial:
Kate Alexander es una adolescente que vive en Carrington, un tranquilo pueblo de Estados Unidos, donde sueña con acabar el instituto e ir a la universidad. Pero una noche lluviosa, su vida cambia de forma dolorosa y ya nada vuelve a ser igual.
Cuenta con el apoyo incondicional de su gran amigo Beau Bennett, compañero de infancia. Pero él quiere algo más y Kate no puede dárselo, tampoco puede contarle lo que ocurrió aquella noche. Sencillamente, está paralizada…. Cuando Beau se marcha a la universidad, Kate se siente muy sola. Hasta que llega Asher Hunt, un joven de ojos seductores y sonrisa arrogante, que le hará olvidar el dolor que la ha mantenido cautiva durante tanto tiempo. A pesar de los consejos de la gente, Kate no puede evitar acercarse y abrirse a él. ¿Será él la esperanza que necesita? ¿Su salvación? ¿O la volverán a herir?
Cuenta con el apoyo incondicional de su gran amigo Beau Bennett, compañero de infancia. Pero él quiere algo más y Kate no puede dárselo, tampoco puede contarle lo que ocurrió aquella noche. Sencillamente, está paralizada…. Cuando Beau se marcha a la universidad, Kate se siente muy sola. Hasta que llega Asher Hunt, un joven de ojos seductores y sonrisa arrogante, que le hará olvidar el dolor que la ha mantenido cautiva durante tanto tiempo. A pesar de los consejos de la gente, Kate no puede evitar acercarse y abrirse a él. ¿Será él la esperanza que necesita? ¿Su salvación? ¿O la volverán a herir?
Todos construimos un sentido de la identidad cuando crecemos. Está condicionado por nuestra familia, nuestros amigos, donde crecemos, nuestros talentos, nuestras debilidades, nuestras victorias, y nuestros errores. Con suerte, para cuando alcanzamos la madurez, ya sabemos quiénes somos.
Yo estuve casi a punto una vez; había estado casi a punto de averiguar quién soy, pero todo se fue al traste porque una noche alguien sintió que necesitaba arrebatarme el control.
Opinión Personal (sin spoilers):
¿Sabéis esas películas que echan los domingos por la tarde, esos melodramas tan enrevesados que son imposibles de creer? No es que tenga predilección por ellos, la realidad es ni siquiera veo la tele, pero si es verdad que alguna que otra vez me he quedado pegada a la pantalla con una de esas películas. Es como si una fuerza extraña, algo que no puedes explicar ya que lo que estás viendo no te está gustando nada, te impidiera dejar de verla. ¿No os ha pasado? Bueno, pues así es como me he sentido leyendo este libro, algo similar a lo que sentí cuando leí Hopeless. Ni siquiera puedo puntuarlo porque soy incapaz de valorarlo objetivamente.
Pero empecemos por el principio. Kate fue violada con apenas dieciséis años y una parte de ella murió con esa violación. Dos años después de aquel terrible suceso no queda nada de aquella chica risueña con un gran futuro por delante. Cambió rotundamente, se encerró en sí misma y prácticamente seguía respirando porque respirar es un acto involuntario, aunque razones para hacerlo no tenía ninguna. Ni siquiera Beau, su mejor amigo y amor de su vida, conseguía hacerla regresar al mundo de los vivos, volver a visualizar la luz, un futuro, algo. Y hasta él estaba a punto de abandonarla para irse a la universidad. Beau se iba de su vida en busca de su futuro, un futuro al que ella no podía acompañarle porque no se sentía merecedora de hacerlo, porque estaba rota, porque la habían destrozado.
Con la marcha de Beau a Kate solo le queda su trabajo como camarera y la tarea de tachar días en el calendario de su vida. Uno menos. Y otro. Y otro más. Así hasta que Asher entra a la cafetería y le tiende la mano. Asher, con sus notitas, con su vitalidad, con esa manera de querer salvar el mundo y a ella con él. Asher, el chico que llega al pueblo para salvarla; su alma gemela, su luz, su ángel. Asher, quien la saca del agua antes de ahogarse por completo.
Y sí, chicas y chicos, Asher es lo único bueno de este libro. Lo más bonito, sin duda. Él es un personaje de esos que te sacan una sonrisa involuntaria, con los que te encariñas irremediablemente. Todo lo que rodea a Asher marca la diferencia, saliéndose de los tópicos del New Adult que hemos visto publicado en nuestro país hasta la fecha, lo que hace que se diferencie de un libro típico y corriente de una chica traumatizada tras una violación. Y eso es lo más que me ha gustado, aunque al final también consiguiera decepcionarme. No por Asher, sino por otra cosa que sucede al final de la que no puedo hablar porque es un spoiler como un castillo.
—No puedo hacer promesas, Kate. quiero conocerte, y quiero estar ahí para ti, pero no creo que vaya a valerme ya lo de ser amigos. Quiero besarte cada vez que quiera. Quiero abrazarte. Quiero que me cuentes todos tus secretos y terminar contándote yo todos los míos. Te quiero en mi vida —dice y coloca su dedo índice bajo mi barbilla.
Se queda mirando fijamente mis labios durante unos pocos segundos antes de volver a desviar la mirada hasta la mía.
—¿Puedo besarte? He estado pensando en ello desde la primera vez que nos besamos y, francamente, no sé qué voy a hacer si me dices que no.
En cuanto a Kate, no está nada mal como protagonista. A pesar de sus traumas, de sus miedos, de sus sombras, es un personaje que se alza poco a poco, que sale a la superficie y se enfrenta a la vida; con ayuda de Asher, sí, pero lo hace. Y eso me ha gustado. Es indecisa pero valiente, tiene miedo pero se obliga a dar pequeños pasos, toca fondo pero decide que tiene dos piernas con las que puede impulsarse para salir a la superficie. Aunque al final también ella me ha decepcionado. Quizá es injusto decir que ha sido ella y no la autora, por sus prisas, por esa manera de querer cerrar algo que habría quedado mejor abierto. No lo sé. Parece que hablo en otro idioma, pero es que es difícil explicarme cuando no puedo contar nada.
Y el tercero en discordia es Beau, personaje totalmente plano al que solo conoceremos también a las prisas en unas cuantas escenas al azar. Es el tópico andante de chico duro y sobreprotector, pero en este caso el pobre chico no sabe cómo llegar hasta Kate, por qué ha cambiado, por qué no puede confiar en él, entregarle su corazón. Beau y Kate tienen un pasado, una amistad de toda la vida, una historia que se vio truncada por un terrible suceso del que Beau no tiene constancia.
La novela habría estado muy bien si la autora no hubiera metido dos dramas como castillos, dos grandes amores y todo lo que implica la pérdida de identidad y la consiguiente superación de una persona, y hubiera intentado desarrollarlo todo en un mismo libro, en unas 320 páginas. Con eso consiguió que no derramara ni una sola lágrima (llamadme insensible, pero ni una sola, y os aseguro que drama hay para dar y regalar), que no me creyera nada y que el romance, sobre todo de cara al final (y los que hayáis leído el libro seguro que sabéis a lo que me refiero), me pareciera de risa y totalmente fuera de lugar. Digamos que ese final azucarado me ha parecido totalmente prescindible.
Otra cosa negativa a señalar ha sido la traducción/corrección de la novela. No os podéis imaginar la de cosas que me han hecho detenerme para sacarle una foto porque, no era posible que yo estuviera leyendo eso. Cambios de tiempos, guiones mal puestos, palabras comidas, frases mal construidas,…
Como punto a favor diré que la novela se lee muy rápido, que engancha y que el romance entre Asher y Kate ha sido muy bonito y digno de ser leído (aunque desde mi punto de vista, precipitado ya que no deja de ser “conexión a primera vista”). Por lo general es un libro que suele enamorar (y que hace llorar a moco tendido), así que no tengáis muy en cuenta mi opinión a la hora de decidir si darle o no una oportunidad; es más, googleando un poco me he dado cuenta de que no hay reseñas negativas.
Cada vez que llueve más que una historia de amor es una historia de superación, de segundas oportunidades. Una novela que se lee rápido, que nos enseña cómo una persona de carne y hueso puede destruirnos y también salvarnos. Cuenta con un romance bonito y un personaje que llega, aunque el exceso de drama y otros factores, como el final azucarado, hayan conseguido que no cuajara conmigo. Una pena.
¿Lo habéis leído? ¿Os ha gustado?
