Reseña: El lado oscuro, de Sally Green

¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Sé que ando un poco desaparecida, pero oficialmente me he tomado unos días de desconexión de todo. Eso sí, no he dejado de leer ni tampoco de ver películas, de modo que poco a poco os iré contando.

Ficha Técnica:

Título: El lado oscuro
Autora: Sally Green
Trilogía: 1º Una vida oculta
Editorial: Gran Travesía
Encuadernación: Rústica con solapas
Nº Páginas: 420
Precio: 17€
ISBN: 9788494258206
Libro en Goodreads

Orden de lectura de los libros:  

0.5- El lado falso
1º- El lado oscuro

2º- El lado salvaje
3º- El lado perdido

Resumen de la editorial: 

Nathan sabe que es un intruso en el mundo en el que vive. Un mundo dividido entre los Brujos Blancos, que representan el bien, y los Brujos Negros, que encarnan el mal. Pero Nathan es Blanco y Negro a la vez… Ahora tendrá que decidir cuál es más fuerte, su lado blanco o su lado oscuro.
Una novela apasionante sobre la alienación y el indomable deseo de supervivencia.

Opinión Personal (sin spoilers): 

Si habéis leído la reseña que hice hace no mucho acerca de El lado falso, la precuela de este libro, sabréis que me gusto mucho y que ya estaba deseando descubrir el mundo cruel que la autora me había mostrado en aquellas pocas páginas. Sabía que Sally Green tenía algo especial, que esta saga tenía algo especial, y no me equivoqué. Sin embargo, he de reconocer que es un libro muy introductorio y que la historia ha tenido algunos altibajos que han hecho que la lectura no sea tan redonda como esperaba. 

El mundo que nos presenta Sally Green es aterrador. Un mundo dividido por Brujos Blancos (que representan el bien), Brujos Negros (que representan el mal) y Fain (que son los que conocemos como seres humanos sin nada destacable). Por supuesto, también hay Mestizos. Brujos que se han unido a seres humanos y han tenido hijos, que por supuesto son despreciados por los Brujos de ambos bandos. Sin embargo, nunca ha habído un Mestizo que sea mitad blanco y mitad negro. El fruto de la unión de un Brujo Blanco y un Brujo Negro. Una completa aberración. Una amenaza desde el mismo momento de su nacimiento. Alguien a quien hay que vigilar, controlar, humillar, torturar. Ese alguien es Nathan, hijo de una Bruja Blanca que se suicidó y el Brujo Negro más poderoso que existe y a quien el consejo de Brujos Blancos y todos sus Cazadores quieren ver muerto. 

Como Nathan se cría en el seno de una familia de Brujos Blancos, con su abuela y sus hermanos, en este primer libro tenemos una visión de lo que es el mundo de los Brujos Blancos, los que se suponen que son "buenos" y que se presentan como bestias salvajes capaces de las peores crueldades con tal de conseguir sus propósitos. Da igual que seas un Brujo Blanco, que si incumples las reglas tendrás que pagar con tu vida, y eso si tienes suerte. 

El consejo de Brujos Blancos le seguirá la pista a Nathan y a toda su familia muy de cerca, enviando un sinfín de notificaciones con instrucciones claras para su educación y vigilancia, con lo que puede y no puede hacer, a quién puede y no puede ver, a dónde puede y no puede ir. Encerrado dentro de su propia vida. Y lo peor de todo es no saber qué va a ser de ella. Nathan tiene una mitad de Brujo Blanco y una mitad de Brujo Negro pero, ¿por cuál se decantará? Se supone que todo Brujo al cumplir los 17 años debe recibir tres regalos y la sangre de un familiar, que es lo que ellos denominan como Entrega. De no tener lugar su entrega, de no recibir sus regalos y convertirse en Brujo, en el caso de los Brujos Negros los rumores se inclinan a que terminan por morir. ¿Podrá Nathan recibir sus tres regalos? ¿Se lo permitirá el Consejo? 

Desde el día de su nacimiento Nathan es despreciado, tanto por familiares como por desconocidos, y será tratado peor que a un insecto, como si su sola presencia fuese repulsiva. Parece que exagero pero es así como vive Nathan. Desde las primeras páginas, donde vemos a Nathan malviviendo en una jaula, fingiendo que no le importa nada de lo que le pasa, la autora no se corta en describirte todos los maltratos que sufre desde su infancia. Y son tantos que llega a ser un poco agobiante, porque no sabes si meterte en el libro y abrazar a Nathan o tirarlo por la ventana para no leer más sufrimiento. 250 páginas de tortura lo fueron también para mí, de verdad que sí. Palizas, persecusiones, encierros, horribles torturas y humillaciones. En fin, echadle imaginación. O mejor aun: leedlo y veréis de lo que hablo. Parece que me estoy quejando (vale, un poco sí me quejo. Dios, ¡pobre Nathan y pobre de mí! XD), pero en realidad me gusta que la autora no se corte un pelo para describirte escenas desagradables, oscuras, dolorosas. Que el protagonista no siempre tiene que caminar a través de un bonito jardín de rosas. 

El truco es que no te importe. Que no te importe que duela, que no te importe nada.
El truco de que no te importe es la clave; es el único truco posible. Aquí no hay nada, solo una jaula junto a una cabaña, rodeada de un montón de montañas y árboles y cielo.
Es una jaula de un solo truco. 

Los personajes secundarios me han gustado bastante, destacando por encima de todos a Arran, el hermano de Nathan, un personaje a quien cogemos mucho cariño por ser uno de los pocos que de verdad quieren a Nathan y le tratan bien. A Gabriel, un amor de personaje que ya conocí en El lado falso y que espero de corazón que tome más protagonismo en los próximos libros. A Celia, una de las Brujas Blancas que me han caído bien por lo retorcida que es su personalidad. Sin embargo, cierto es que en general no ha dado tiempo de que conozcamos a ningún secundario demasiado bien y se han quedado todos en la superficie. 

—Me está pasando, Arran. Puedo sentirlo. Soy un Brujo Negro.
—No, no lo eres. Esto es tu cuerpo, no tú. El verdadero tú no tiene nada que ver con ser un Brujo Negro. Hay algunos de los genes de Marcus en ti, y algunos de los de Saba. Eso es físico. Y las cosas físicas, los genes, tu Don, no son las que hacen a un Brujo Negro. Tienes que creerlo. Lo que muestra quién eres es cómo piensas y cómo te comportas. No eres un ser maligno, Nathan. Nada en ti es maligno. Tendrás un Don poderoso, todos somos capaces de ver eso, pero la manera en que lo uses es lo que te enseñará a ser bueno o malo. 

Una de las cosas que no me ha gustado de la novela ha sido el intento de romance con Annalise, totalmente prescindible desde mi punto de vista. La chica es un personaje planísimo y sin carisma que apenas toma parte en la historia. Entiendo que aparece para crear ese romance idílico necesario para un chico como Nathan, tan poco acostumbrado al cariño de los demás, pero aun así creo que sobra totalmente y espero que se le dé menos importancia en los próximos libros. Y ya lo siguiente que no me ha convencido son los altibajos que tiene la historia. El principio es increíble, impactante, tanto por la narración como por los sentimientos de agonía impresos en la situación personal de Nathan, el horror que está viviendo. Sin embargo, luego la historia se vuelve muy monótona, el ritmo decae y apenas ocurre nada hasta las últimas partes de la novela, donde suceden una serie de cosas (algunas sin mucha explicación) con demasiada rapidez y con un bombardeo de secundarios, buenos/malos/mezcla-de-buenos-y-malos, que no has terminado de asimilar cuando el libro ha llegado a su fin. Supongo que tiene que ver con que es un primer libro de saga, una introducción a lo que está por venir. Ya tengo por aquí la segunda novela, El lado salvaje, y en nada os contaré si mejora en este sentido. 

El lado oscuro es, como su propio título indica, una novela oscura, con un personaje principal que consigue llegar a ti desde las primeras páginas, por su humanidad y esa fortaleza a la que se aferra con uñas y dientes a pesar de que su desesperación no puede ser más absoluta. La psicología del personaje principal es brutal, igual que el trasfondo de la historia, la fina línea que separa el bien y el mal, si es que existe dicha línea. Si estos son los Brujos Blancos, no puedo ni imaginarme cómo serán los Negros. Estoy deseando descubrirlos.

¿Lo habéis leído? ¿Os gusta la saga?

¡Un besote a todos!