Reseña: Irene: Luz y Destino. Capítulo 1: Lazos, de Jesús B. Vilches (autor) y Javier Charro (ilustrador)

¡Hola a tod@s! ¿Qué tal el veranito? Yo morenita, juju (lo tenía que decir, que lo mío me ha costado XD). Hoy os traigo una reseña que llevaba un par de meses hecha a falta de añadir las citas, pero como tengo el libro en edición Kindle las tenía subrayadas en el móvil, donde leí el libro...y no sabéis la pereza de seleccionarlas para pasarlas a la reseña. Ni comparación con hacerlo con un libro físico, que también me dan pereza. Es el primer Kindle que leo y, por esta y otras razones, ya lo puedo decir alto y claro: donde esté un libro físico que se vayan a la porra los e-books, porque son un coñazo. Ala, ya está XD

Volviendo a las citas, iba a meter alguna de Irene, la protagonista, pero en lugar de eso he incluido tres de tres hombres diferentes que se cruzarán en su camino...y no os diré qué cita corresponde a quién. Para eso os leéis el libro ;)

Ficha Técnica:

Título: Irene: Luz y Destino, Capítulo 1: Lazos.
Serie: Irene: Luz y Destino, Capítulo 1º
Autor: Jesús B. Vilches
Ilustrador: Javier Charro
Editorial: Autopublicación
Categoría: Romántico histórico-fantástico
Fecha de publicación: 2011
Formato (Precio): Tapa blanda (10,25€) / E-book Kindle Edition (0,89€)
Nº Páginas: 220 aprox.

Orden de lectura de la saga

Irene: Luz y Destino: 

Capítulo 1. Lazos

Capítulo 2. Encuentros

etc...

Resumen personal (sin spoilers):

Cita del libro:

Apenas la tuve delante supe que me hallaba ante una mujer de las que se hace difícil olvidar. Una mujer que heriría, que se clavaría hondo. Una mujer por la que un hombre mataría y se dejaría morir sin dudarlo. Ambas cosas sucedieron.

Ésta es su historia.

 
Debido a un cambio de poder en la política de Castilla en un imaginario 1390, la Dama Irene de Manrique se ve obligada, a sus dieciséis años, a abandonar todo lo que conoce y ama para poder sobrevivir, siendo exiliada sin nada más que una pequeña corte de doncellas y caballeros a unas tierras olvidadas en Polonia pertenecientes a su difunto marido, y de las que ahora ella es dueña. En esa tierra abandonada la joven Irene madurará y crecerá, convirtiéndose poco a poco en una mujer de valía e independencia poco comunes para aquella época. Pero Irene no estará sola. En su viaje a la madurez la acompañarán varios personajes que se cruzarán en su vida y en los que encontrará el apoyo y la lealtad de los amigos, pero también la pasión del amor en un mundo que está empezando a cambiar hacia una época que promete turbulencias.

Opinión Personal (sin spoilers):

Quiero empezar diciendo que la historia contenida en este libro no está completa. La serie Irene: Luz y Destino está dividida en capítulos, y este libro se corresponde con el primero: Lazos. Por consiguiente, el final no sólo es condenadamente abierto sino que no os podéis hacer una idea de lo interesante que está la cosa cuando termina. En serio, no me podía creer que ya no hubiese más páginas cuando lo terminé, y tan sólo me queda esperar a que salga la siguiente parte: Encuentros. He de confesar que al no tratarse de una historia completa sino de un primer capítulo, la nota personal final se ha visto un poco resentida.

Este primer capítulo nos traslada a un pasado imaginario, conservando muchas de las costumbres de la época medieval pero creando un mundo propio, lo que le permite al autor jugar en casa al no tener que atenerse a las situaciones políticas de la época (ni siquiera al protocolo de comportamiento, aunque lo sigue) sino a las que él mismo ha creado; unas situaciones que no llegan a desarrollarse en esta parte, sólo se explica su punto de partida, pero al final de Lazos ya podremos ver que la primera ficha ha sido movida. Así pues, cabe destacar que aunque en esta parte ocurren muchas cosas y se presentan a muchos personajes interesantísimos, empezando a desarrollarse sus relaciones con la Dama Irene y dando comienzo a una serie de intrigas y cambios que seguro que darán muchísimo juego en un futuro, no deja de ser un primer capítulo introductorio en el que todo comienza.

En cuanto al romance, ha sido diferente a lo acostumbrado. En las novelas románticas normalmente se sabe desde prácticamente la primera página el nombre del varón que conquistará a nuestra protagonista. En Irene no. Para mí ha sido una incógnita absoluta, y sólo podía ir haciendo conjeturas a medida que se iban presentando los distintos personajes. Ojo, hay romance en este libro, un romance del que no os diré nada salvo que me ha encantado por lo natural y fluido que resulta, pero un romance que no las tengo todas conmigo de que sea el definitivo para Irene, por lo que me tiene intrigadísima.

Cita del libro (no os dejéis engañar. No he puesto esta cita aquí porque sea la de Irene con su favorito…¿o tal vez sí? XD):

Ella olía a prado y él estaba dispuesto a cualquier sacrificio por ser el sol que alumbrase para siempre ese prado. Un sol lejano cuyo calor la mantuviese siempre cálida, siempre en flor.
(Irene)-No puedo haber merecido esto, (...)–dijo entre sollozos-.¿Qué he podido hacer para recibir tanto de vos?
-No le busquéis sentido. Vuestro pecado ha sido existir… El mío, saber que existíais. Ya no hay modo de arreglarlo.

Y he aquí lo que más me ha gustado de esta historia: todos los pretendientes de Irene son a cuál más adorable. De esta parte he sacado en conclusión que tendrá por lo menos cuatro admiradores, y me he prendado de todos, y eso que algunos no llegan a conocerse tan bien como otros. Por esto mismo me alegraba mucho cuando alguno hacía avances en su relación, pero al mismo tiempo me entristecía el dolor de los demás. Ha sido una experiencia extraña para mí tener tantos sentimientos contradictorios al tiempo, la verdad. Y me ha gustado, porque es raro (al menos de momento) que no se empequeñezca a los personajes de alrededor para ensalzar al “elegido”. Disculpadme que no os hable de sus pretendientes más a fondo, pero a mí me encantó ir descubriéndolos poco a poco, uniendo las piezas del puzle que el autor nos va ofreciendo de vez en cuando.

De los personajes sólo os hablaré de Irene, una joven que me ha encantado. Posee al mismo tiempo fuerza, determinación y una cierta ingenuidad aderezada con mucho orgullo, lo cual le ayudará a seguir adelante con la cabeza bien alta, pero no sin dar algún traspié por el camino. Como protagonista de momento me tiene encandilada, porque no es perfecta sino que va aprendiendo sobre la marcha, tanto de sus errores como de la gente que la rodea.

Sobre la narración, ésta es en su mayor parte en tercera persona desde el punto de vista de distintos personajes, pero en primera persona desde el punto de vista de uno en particular, y por la primera cita podéis ver que no es el de la protagonista. En general me ha gustado mucho la narración del autor, pero los diálogos especialmente: son ingeniosos, cargados de dobles sentidos en muchas ocasiones y con una forma realmente cuidada. Los he disfrutado una barbaridad, y os adelantaré que abundan, por lo que la lectura resulta muy ágil. Eso sí, como elemento negativo a este punto diré que al principio la situación política del mundo de Irene me pareció realmente confusa; más adelante se explica todo detalladamente, pero en un principio me resultó verdaderamente lioso tanto nombre, tanta relación, y tan poca información al respecto.

Cita del libro:

(Hombre1) -Casi no pude articular palabra, hermano. Aquella puesta en escena consiguió lo que pretendía. Que me rindiese a sus pies.
Hombre2 suspiró antes de volver a beber después de rellenar su copa con tranquilidad. No le gustaba el tono de su hermano.
-Si no te supiese perro viejo diría que esa chiquilla ha tomado tu plaza sin romper una lanza – Hombre1 le miró de reojo e ignoró las pupilas represoras de su hermano de sangre.
- No lo hizo con lanzas, hermano. La plaza la tomó después de un estudiado silencio… con la sonrisa más bonita que pueda recordar.

Tengo que añadir que la estructura del libro me ha parecido un tanto discontinua. La narración no fluye de manera continuada, sino que se ve interrumpida constantemente por saltos propiciados por cartas o diarios, monólogos que nos dan un pequeño atisbo rebuscado del futuro y pasajes que se alternan continuamente con el pasado. No se pierde ninguna información porque tarde o temprano se da, pero a gusto personal prefiero una narración continua, sin estos saltos constantes que rompen el fluir de la historia. Eso sí, a su favor he de decir que con ese método crea expectación y adicción, pues otorga suficientes detalles a estos pasajes como para que nos preguntemos por lo que ha ocurrido o lo que sucederá, lo que hace difícil dejar de leer.

7,5/10

Una primera parte muy introductoria pero con elementos más que suficientes para atrapar al lector en una historia que promete muchísimo, tanto por su trasfondo como por un romance que no se sabe en absoluto el rumbo que tomará en el próximo cruce.

¿Lo habéis leído? ¿Os interesa?

Por mi parte tengo muchas ganas de leer el segundo capítulo, aunque confieso que volver a ponerme con un e-book me da una pereza enorme XD