Divagando sobre libros: ¿Cómo de pijoteros podéis llegar a ser?

¡Hola a tod@s! ¿Qué tal estáis? Hoy os traigo otra de mis entradas divagadoras, que ya estaba echando de menos. Creo que lo estoy tomando un poco por costumbre, pero me encantan este tipo de entradas porque me desahogo y puedo conocer a la opinión de otras personas que piensan como yo. En serio, ¡es genial saber que no soy la única rara del planeta! (sin ofender a nadie y sólo a mí misma, XDDDDD)

Mis divagaciones de hoy tienen que ver con ese lado pijotero que guardo dentro, que saco muchas más veces de las que debería y que muchos ya conocéis. Confieso: ¡TENGO UN GRAVE PROBLEMA! Estoy segura de que sería más feliz sin ese lado oscuro que me persigue y atormenta. 

La idea de la entrada me vino a la mente hace un par de semanas cuando quedé con Alishea y fuimos a mirar librerías de segunda mano. Ella es uno de mis principales testigos, que tiene que aguantar mi lado más tiquismiquis con una sonrisa o más bien, con varias carcajadas, XD. Mi segundo testigo es otra personita que no sólo tiene que soportar a mi lado oscuro, sino que además, lo comparte, pues ella tiene uno exactamente igual al mío y ambos mantienen conversaciones verdaderamente espeluznantes (sí, hablo de la divagadora pijotera, o Silvi para los amigos, XDD). Y tengo un tercer testigo, mi chico, pero él cree que tengo una enfermedad contagiosa y la mayoría de las veces se hace el loco, XD. Así que de nuevo, llega el momento de las confesiones… espero que la imagen que tenéis de mí no caiga en picado tras esta entrada, XD

Y empiezo a contaros mis pijoterías desde el momento de la adquisición de los libros:

1- Cuando voy a comprar, soy de las que rebuscan entre todos los ejemplares para encontrar el que se encuentre en mejores condiciones. Es decir, el que no presente ninguna esquinita doblada, marcas perceptibles, manchas extrañas o cualquier cosa que mi lado pijotero considere un defecto. Como diría mi chico: le paso un severo escáner, XD. A veces me muero de vergüenza porque pienso que me están mirando como si fuera un extraterrestre, pero ya que compro me gusta comprar en perfecto estado. ¡Estoy en todo mi derecho! Me pase o no, es mi problema y punto. ¿A que si? XD

2- Guardo todos mis libros en estantes/armarios cerrados, de modo que no les entre polvo y no se amarillenten. Prácticamente todos mis libros están como recién comprados, salvo excepciones de regalos, libros que he comprado con alguna imperfección o compras de segunda mano. Y esto me lleva a detenerme en el tercer punto…

3- No suelo comprar libros de segunda mano, salvo casos concretos. Y si, mi lado pijotero tiene mucho que ver. Me fascina conocer a personas que adoran entrar a una librería de segunda mano y llevarse grandes cantidades de libros por lo que me cuestan a mí dos ejemplares. El ahorro es impresionante y son libros que bien merecen tener un dueño que los mime. Personalmente, no compro ningún libro cuyo estado no pasa mi examen de aceptación, pues mil cosas se me pasan por la cabeza cuando tengo entre mis manos un ejemplar de segunda/tercera/cuarta mano. ¿Quién tuve ese ejemplar antes? ¿En qué condiciones lo tenía guardado? ¿Cómo lo trataba? Y varias preguntas de este estilo. Soy escrupulosa lo admito, me da reparo tener un libro cuya apariencia me produzca reticencias, aunque sea un libro descatalogadísimo que me moriría por tener. Para poneros un ejemplo, antes de conseguir Un paseo para recordar (de segunda mano por cierto, y en perfectísimo estado), lo saqué de la biblioteca y me daba hasta asco cogerlo. ¿Me paso un poco? Quizás, pero cada uno tiene sus manías y aquí tenéis una de las mías. Por eso no me vuelvo loca comprando en librerías de segunda mano, pues prefiero pagar el precio real a llevarme un ejemplar con las cubiertas estropeadas, amarillentos, con páginas manchadas, rotas, etc., y tener después un sinfín de remordimientos por haberlo comprado. 

4- Las pocas veces que compro de segunda mano, lo primero que hago cuando entran los libros en casa, siempre que el material de los mismos me lo permita claro, es pasarles unas servilletas con alcohol para limpiarle cualquier resto de suciedad y de paso que me sirva como desinfectante (lo sé, soy lo peor, ¡pero estamos en el momento de las confesiones! XD).

5- Soy de las que se lavan las manos antes de empezar a leer un libro y siempre lo tengo alejado de todo lo que pueda suponer un riesgo de mancha.

6- A la hora de leer intento abrir el libro lo justo y necesario para que me permita leer a la perfección, sin dañar en ningún momento el lomo del mismo.

7- Jamás de los jamases doblo una página a modo de marcador. ¡Me parece un sacrilegio! ¡Una crueldad! Para eso están los marcapáginas, que los regalan en todas partes.

8- Aunque me parezca un sacrilegio, acepto e incluso admiro a todos aquellos a los que les gusta marcar sus libros, escribir en ellos notas, etc. Los alabo porque yo jamás sería capaz de hacerlo.

9- Soy de las que a veces, cuando hago algún pedido online, primero pregunto por el estado de los libros o añado una posdata para que quede claro que quiero un ejemplar en perfectas condiciones, XDD (obviamente, no me hacen caso, pero por intentarlo que no quede… XD).

10- Jamás me llevaría un libro a la playa ni a ningún otro sitio donde considere que se pueda estropear. Ni siquiera se me ocurriría llevarlo en el bolso (a menos que sea de tapas duras y pequeñito, y aun así me lo pensaría…), porque aunque no lo creamos, una mala posición o movimiento brusco puede doblar alguna esquina, hacerle alguna marca o ensuciarlo al meterlo y sacarlo del bolso. Ojo, no estoy diciendo que me parezca mal que otros lo hagan, pero yo no lo haría por estos motivos, pijoteros, pero motivos a fin de cuentas, XDD. Por eso cuando los saco intento siempre meterlos en una bolsa o mochila (dentro de un sobre de burbujas a ser posible) y evitar que tengan accidentes por el camino.   

11- Puedo contar con los dedos de una mano a las personas de las que me fío al 100% como para prestarles algunos de mis tesoros. Solo presto a quién sé que me los va a traer de vuelta sanos y salvos y en un estado aceptable para mi yo pijotero. 

12- Y continuando con el tema de los préstamos, no me gusta prestar un libro cuando no lo he leído yo antes. Llamadme tiquismiquis (de nuevo, XD) pero me gusta estrenarlos a mí, como un ritual que tienen que pasar antes de estar en manos de otra persona. A ver, suelo prestar libros que no he leído, pero única y exclusivamente si no tengo la intención de leerlos en un corto período de tiempo. A veces compro cosas con ansias y mucha ilusión, que luego no leo hasta después de un mes, pero aun así me gusta ser yo quién los estrene. ¿Me entendéis? Espero que sí, porque creo que ni yo misma lo hago ya, XD

13- A veces, cuando el tamaño del libro en cuestión me lo permite, los meto en fundas de plástico para que se conserven mejor (si, mejor que mejor, porque perfectos es como estarían sin las fundas, XDDD). Por otro lado, en el caso de los mangas es lo que suelo hacer siempre. Todos mis mangas están metidos en fundas de plástico.

14- No suelo sacar libros de la biblioteca. Primero porque a veces están tan asquerosos que da hasta pena llevárselos. Y segundo porque soy de las que si un libro me gusta, necesito tenerlo en mi estantería para volverlo a leer en algún momento de mi vida. Y sacarlo de la biblioteca, leerlo y luego comprarlo para volverlo a leer vete a saber cuándo, me parece un gran desperdicio.  

Seguro que me dejo más puntos por el camino, pero creo que con esto queda bastante claro mi punto de vista. Como conclusión os diré algo que creo que es una verdad como un castillo: ¡Nadie, absolutamente nadie, cuida nuestros libros como lo hacemos nosotros mismos! Porque todos tenemos nuestras manías y desde luego somos los que más tiempo invertimos en analizar cada una de esas manías.

¿Y vosotros? ¿Cómo de pijoteros podéis llegar a ser? ¿Compartís algún punto en especial conmigo?

Silvi aprovecha su privilegio y comenta su opinión en la misma entrada XD 

Bueno wapisma, ya sabes que yo comparto muchos de esos puntos contigo así que seré breve pero te comentaré punto a punto:

1- Aún recuerdo cuando saqué toda la pila de libros de una trilogía de Suzanne Enoch en medio de la librería...Y eso que los libros eran en tapa dura XD

2- Este punto ya no lo comparto wapa, no. Me he quedado sin espacio físico para guardar los mangas/libros en estantes cerrados, así que ahora algunos mangas están a la intemperie (en funditas, of course) y los libros todos...eso sí, limpieza a menudo para que al menos no cojan polvo ^__^ (y tal y como están situados no les da mucha luz...déjame que me consuele yo sola XD)

3- Desde que compré unos libros de Nora Roberts de segunda mano tengo mis reticencias hacia los libros usados, la verdad...de hecho, los de Nora cuando los lea si me gustan no descarto recomprarlos XD

4- Yo me conformo con darles un agua. En este aspecto mi lado vago vence al pijotero XD

5, 6, 7- Amén, wapi. 

8- Dedicatorias, o incluso ponerle nota al libro para recordar si te pareció bueno o malo en un futuro lo entiendo XD

9- Ahí no llego. Yo rezo para que lleguen en perfecto estado, jajaja.

10, 11, 12, 14- Completamente de acuerdo ^__^

13- Lo comparto con los mangas, aunque no con los libros. Sinceramente, los mangas que meto en funditas y saco a la intemperie son los que ya he leído...si algo está en una funda reconozco que me da pereza leerlo XD (el lado vago de nuevo...qué le vamos a hacer...)

Y déjame que añada un punto personal, wapisima:

15- Quiero los libros de Kleypas en edición trade (por lo general prefiero siempre el trade al bolsillo, pero me suelo conformar...excepto con Kleypas, con ella tengo un serio problema XD). Creo que esto viene más por parte de mi lado obsesivo que del pijotero...pero bueno, como tampoco tiene solución (y si la tiene me da lo mismo porque no quiero solucionarlo) lo añado a la lista XD

Bueno wapa, pues es todo. ¡¡Menos mal que nuestros lados pijoteros se entienden a la perfección!! Jajajaja.

¡Un besote a tod@s y gracias por leernos! 

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