Reseña: Invocación, de Kelley Armstrong

¡Hola a tod@s! ¿Qué tal estáis? Siento seguir tan perdidita, pero los Cazadores Oscuros han captado mi total atención y lo único que he hecho en estos días ha sido leer y leer como una loca. Pero ya era hora de traeros una reseña que estaba retrasando demasiado...

Ficha Técnica: 

Título: Invocación
Autora: Kelley Armstrong
Saga: Poderes Oscuros (I de III)
Editorial: Marlow (Edhasa)
ISBN: 978-84-350-92472-22-2
Precio: 16 €
Páginas: 384

Sinopsis  

Chloe Sanders ve muertos. Sí, como en las películas. El problema es que, en la vida real, cuando ves fantasmas en el colegio y te peleas con ellos, te mandan a un psiquiátrico. Deciden internarla en la Residencia Lyle para adolescentes “problemáticos”. Pero ese lugar no es lo que parece y sus compañeros tampoco: algo siniestro y muy oscuro tienen en común Chloe y el violento Derek, siempre callado y huraño; su amabilísimo hermano Simon; la manipuladora Tori; Rae y su extraña afición por el fuego...  

La Residencia Lyle oculta un escabroso secreto, y Chloe va a darse de bruces con él. 

Opinión Personal

Hoy no voy a divagar mucho, porque esta historia hay que tomársela tal y como es: un misterio que hay que ir desmantelando página a página. Sólo así se podrá disfrutar al 100%. Pero como siempre, os resumiré un poquito de qué va todo el misterio…

Chloe Sunders es una chica normal y corriente de 15 años de edad, que sueña con llegar a ser directora y guionista de cine. Aunque eso de normal y corriente no es del todo cierto. La chica cuenta con la particularidad de que cuando era una niña veía muertos, aunque no lo recuerda nítidamente y cree ciegamente que todo forma parte de sus peores pesadillas. En el cuello lleva siempre un un colgante de rubí que le regaló su madre antes de morir, sirviéndole como amuleto protector, aunque hay algo más (que no tiene nada que ver con su colgante) que parece haber bloqueado las visiones (cosa que lógicamente desconoce). La otra particularidad es que todavía no le ha venido la regla, hecho muy frustrante cuando todas sus amigas y conocidas ya la tienen. Chloe desea desesperadamente ser normal, así que lo lógico es sentirse eufórica cuando por fin le baja la regla un buen día en el instituto. No obstante, parece que su destino no es precisamente ser una chica “normal y corriente”, y su primera menstruación parece abrir de nuevo la puerta a esas visiones que creía que formaban parte de su imaginación y comienza de nuevo a ver muertos, ¡nada más y nada menos que en el instituto!

Desgraciadamente, después de verse envuelta en una situación de lo más aterradora y comprometedora en el instituto, Chloe es trasladada a la Residencia Lyle, una especie de psiquiátrico donde deberá permanecer un par de semanas hasta su completa recuperación. Los médicos no creen que de verdad vea fantasmas, y por supuesto ella no está dispuesta a admitirlo muy alto, casi prefiere morderse la lengua y evitar que la consideren una pirada sin remedio.

Cita del libro:

[…] Miré fuera. Muchos árboles, una calle tranquila y más casas antiguas con grandes solares. Nada de vallas electrificadas. Ningún letrero sobre el césped anunciando RESIDENCIA LYLE PARA CHAVALES MAJARETAS. Todo muy corriente, pero sospechaba que si cogía una silla y rompía la ventana iba a sonar la alarma. […]

La idea de la Chloe es muy simple: hacer todo lo que se le pedía, afirmando rotundamente no creer en la existencia de fantasmas (aunque ello supusiera pecar de esquizofrénica, ¡vale más el remedio que la enfermedad!), se tomaría todas las pastillas que le administraran (como buena chica y paciente que era), y volvería a casa tras el transcurso del tiempo estipulado para su recuperación. Así de simple, más o menos. De lo contrario, sería trasladada a una “clínica especializada” que tenía la pinta de ser muchísimo más espeluznante que la Residencia Lyle (y eso ya es mucho decir), cosa que no estaba dispuesta a permitir bajo ningún concepto. Eran dos las opciones que tenían los pacientes en la Residencia Lyle: ser trasladados a un lugar especializado o regresar a casa.

Cita del libro:

[…] Antes creí que no pertenecía a este lugar porque no me sentía desequilibrada. Apuesto a que tampoco ninguno de ellos. Quizá las enfermedades mentales sean como el tartamudeo. Me había pasado la vida intentando convencer a la gente de que nada funcionaba mal dentro de mí sólo por tartamudear. Sencillamente, tenía un problema que trataba de resolver trabajando con toda mi alma.

Como el de ver gente que no se encontraba allí.

Como sentirse atraída por el fuego.

Eso no quiere decir que seas esquizo o algo por el estilo.

Cuanto antes me hiciese con las riendas, mejor estaría en la Residencia Lyle. Cuanto antes lograse mejorar…, antes saldría. […]

En la residencia se encontrará con otros chic@s internos de lo más inquietantes (Liz; Tori; Rae; Peter; y los hermanos Derek y Simon), cuyos diagnósticos son un completo tabú, pero que a ojos de Chloe parecían estar incluso más pirados que ella. Y eso era decir poco. 

Obviamente las cosas se complican: Chloe continúa viendo fantasmas, sobre todo si deja de tomarse la medicación; Liz, una de las pacientes de la residencia y con la que consigue entablar una ligera amistad, es trasladada a una clínica especializada para tratar “sus problemas” con mayor precisión y se niegan a permitirle comunicarse con ella; sus compañeros “pirados” parecen esconder secretos escalofriantes; un aura paranormal rodea a la academia Lyle, y tanto Chloe, como alguno de sus nuevos amigos, tendrán que encararse a dichos fenómenos, aunque sus vidas (y la cordura de cada uno de ellos) pendan de un hilo; etc.

¿Era pura casualidad que tod@s ellos acabaran en la Residencia Lyle? ¿Tenían realmente problemas mentales o era más bien que poseían algún tipo de don especial? ¿Estaban en esa residencia por alguna otra razón? ¿Debían fiarse de los médicos de la residencia, esos que parecían estar más desequilibrados que los propios pacientes? 

Y no cuento nada más, pues la historia está repleta de misterios y vale la pena ir descubriéndolos página a página. Me ha gustado, aunque considero que le falta algo. Es una lectura muy amena y bastante adictiva que se lee perfectamente en una tarde.  El libro está escrito en primera persona, desde el punto de vista de la protagonista, cosa que no resulta en absoluto molesto, pues la chica es bastante agradable. Además, trata una mezcla de fenómenos paranormales bastante interesante, que combinado con la personalidad tan atípica de los personajes, enriquecen muchísimo la historia.

Me detendría a analizar cada personaje, pero puesto que todos tienen su relevancia en la trama en menor o mayor medida, no voy a destacar ninguno en particular. Quizás me decantaría por la protagonista Chloe, una chica que tiene que enfrentarse a sus problemas sola, en un mundo totalmente nuevo para ella en el que desconoce amigos de enemigos. Es cierto que tiene dudas en todo momento, pero es lógico y normal cuando debe enfrentarse a algo para lo que no está en absoluto preparada (además, aunque le cueste un poco, sabe tomar sus propias decisiones y no es en absoluto una prota de esas tontitas e insufribles, cosa que yo personalmente agradezco enormemente). Y por último destaco a Derek y Simon, dos chicos totalmente opuestos pero la mar de cautivadores: Simon por su simpatía, y Derek por su hosca personalidad. 

¿Y lo malo? Que es un libro muy introductorio, con un final muy abierto y mil preguntas sin responder. Además, al desarrollarse la historia en su gran mayoría dentro de las paredes de la residencia, ocurren muy poquitas cosas y cuando te das cuenta has terminado el libro y no ha sucedido prácticamente nada. Sigo con mil dudas y sin saber qué deparará el futuro de los personajes.

Y por otro lado, no he logrado empatizar mucho con los personajes, no les he cogido cariño, y creo que también tiene que ver con el hecho de ser un libro tan introductorio, que no logras capar al completo la esencia de los mismos. 

Tiene sus más y sus menos, pero me ha gustado lo suficiente como para correr a leer el siguiente y comprobar si mejora tanto como dicen.

Conclusión: el primer libro de una saga juvenil que cuenta con los ingredientes necesarios para hacer de ella una saga atípica y de lo más interesante, aunque tendremos que esperar a leer las siguientes entregas para comprobar si llegan o no a utilizarse de manera satisfactoria dichos ingredientes. Una historia repleta de personajes atípicos, con defectos y virtudes, y donde el romance no lleva la voz cantante, puesto que es inexistente. Recomendado a todos aquellos que quieran pasar una tarde amena y entretenida, sumergidos en una residencia donde conviven diferentes personajes que deberán aprender a aceptar su naturaleza y resolver los misterios que se van presentando en su camino.

Nota Final:

¡Un besote a tod@s y gracias por leerme!