Reseña: Cada día, de David Levithan

¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Hoy os traigo la reseña de un libro al que le tenía unas ganas enormes, y que desgraciadamente me ha terminado decepcionando. Va a ser cortita (en serio Arse, deja de decir tonterías. ¡Eres incapaz de hacer una reseña corta, admítelo!), o eso espero, porque no es mucho lo que tengo que contar (lo que tú digas, ejem). A su favor diré que no pude soltarlo hasta acabarlo, y los que me seguís por Twitter sois testigos de ello, XD

Ficha Técnica:

Título: Cada día
Título original: Every day
Autores: David Levithan
Editorial: Molino
Encuadernación: Rústica sin solapas
Nº Páginas: 304
Precio: 16€
ISBN: 9788427203228

Sinopsis de la contraportada: 

Cada día, A se despierta en el cuerpo de una persona diferente. Vive la vida de una persona distinta sin recibir pista alguna acerca de dónde estará o en quién se convertirá. A ha aprendido a vivir en paz con eso, e incluso ha encontrado su forma de seguir adelante: no te impliques demasiado. Evita que se note. No interfieras en su vida.

Todo marcha estupendamente hasta que A se despierta en el cuerpo de Justin y pasa un día cerca de Rhiannon, su novia. A partir de ese momento, las reglas que A se ha impuesto para seguir adelante pierden sentido.

Acaba de encontrar a alguien con quien quiere compartir cada día. 

Opinión Personal (sin spoilers): 

En una palabra: raro. Eso fue lo que pensé cuando me adentré en las páginas de Cada día y, a medida que avanzaba en la lectura, mi conclusión iba tomando más y más forma. Y es que no puedo definir en libro de otra manera. Es tan extraño que resulta imposible no quedarse desconcertado con la historia que nos cuentan. No es un mal libro, ojo, todo lo contrario. Pero tampoco lo recomendaría la ligera, básicamente porque aunque me ha gustado, también me ha decepcionado enormemente.

Los que hayáis leído algo de David Levithan (A de amor, Cuaderno para dos o Nick y Norah: una noche de música y amor) sabréis perfectamente que su estilo es muy cuidado y en este libro se ve gratamente amplificado. Y es que el punto fuerte de Cada día es sin duda esa calidad narrativa deliciosa, con un sinfín de frases que son para enmarcar (aunque estoy convencida de que en inglés ganaría algunos puntos). Es imposible ignorar ese toque íntimo que el autor consigue darle a la novela, la profundidad del personaje de A y la gran carga emocional que casi se puede palpar a través de sus páginas. 

“A” es el personaje principal de esta novela, alguien que despierta cada día en el cuerpo de una persona distinta, pudiendo acceder a los recuerdos de la persona en cuestión pero nunca ahondar en sus sentimientos. Porque A tiene sus propios sentimientos, personalidad y esencia. Está ahí, aunque nadie lo vea, aunque no tenga cuerpo propio, aunque no pertenezca a ningún lugar, ni tenga familia, amigos o responsabilidades. ¿Y quién es A? No lo sabemos. ¿Es chico o chica? Tampoco lo sabemos. ¿Por qué cambia diariamente de cuerpo? Eso también lo desconocemos. Lo único que tenemos claro son los días de vida del personaje: 5994 días al empezar el libro, lo que equivale aproximadamente a unos 16 años.

Narrado en primera persona desde el punto de vista de A, seremos testigos de cómo avanza su tormentosa vida, saltando diariamente de cuerpo en cuerpo sin poder hacer nada por evitarlo, incapaz de decidir cuál será su próximo destino. A es un personaje profundo, desgarrador y, a pesar de vivir la vida que le ha tocado, tiene las ideas lo suficientemente claras, por lo que intenta no amargarse y seguir su camino de la mejor manera posible. Sus reglas son muy básicas: pasar desapercibido actuando como lo haría la persona a la que está controlando, no interferir en su vida ni cambiar nada que pueda provocarle algún daño tras su marcha. Hasta que conoce a Rhiannon, la novia de uno de los chicos en los que despierta, y se enamora de ella. Entonces todo cambia. Por primera vez A siente la imperiosa necesidad de compartir cada día con alguien, aunque esto implique arrastrar a las personas a las que controla diariamente, aunque con ello rompa las reglas más básicas de su existencia. 

Cita del libro:
¿Cómo es el instante en el que te enamoras? ¿Cómo puede contener tal enormidad un momento tan pequeño? De pronto, entiendo por qué la gente cree en los déjà vu, por qué piensa que hemos vivido otras vidas. Y es que es imposible que los años que llevo en la Tierra puedan condensar lo que siento. Cuando te enamoras, es como si llevases siglos de experiencia a las espaldas, generaciones, y todo el tiempo lo hubieras pasado preparándote para que este preciso instante tenga lugar. En tu corazón, en tus huesos, por muy idiota que parezca, sientes que todo lo que has hecho te llevaba a esto, que todas las flechas invisibles apuntaban hacia aquí, que el universo y el tiempo lo habían preparado todo hace mucho… y tú estás dándote cuenta justo en ese instante, estás llegando al lugar que te corresponde. 

¿Es o no es raro? Bueno, pues más rara me parece a mí la fascinación que siente A, tan repentinamente, hacia Rhiannon. Supongo que para alguien como A es muy normal que el amor surja de la nada, pues solo vive el presente y los días pasan como toda una vida; una vida distinta cada día, veinticuatro horas en las que se ve en la necesidad de empezar siempre desde cero. Por eso no puedo quejarme de que el amor surja de una manera tan precipitada, aunque no lo entienda ni me haya resultado bonito ni lógico en ningún momento. Por parte de A, ese despliegue de sentimientos llegó a parecerme incluso conmovedor, pero Rhiannon no terminó de cuajarme, cosa que también es comprensible dado que la chica no podía estar segura de nada (¡como para estarlo!). No me malinterpretéis, el amor en este libro, pese a ser uno de los puntos claves de la historia (al menos en lo que respecta a A), no es en absoluto pasteloso, ni el típico romance de novela juvenil. No. Y aun así, me cuesta asimilarlo, no termina de encajar con la historia, se me antoja frío y un tanto cogido con pinzas... no puedo evitarlo. 

Uno de los aspectos que más me han fascinado del libro es que A cambia de cuerpo, y por tanto, de vida constantemente. Me explico. Muchos de los cuerpos en los que reside un solo día pertenecen a chicos normales, sin nada destacable en sus vidas y con una rutina clara y meticulosa; por tanto, la estancia de A se desarrolla de una manera monótona y nada trascendental. En cambio, otros cuerpos pertenecen a jóvenes con problemas psicológicos, defectos físicos, enfermos, con diferentes inclinaciones sexuales… Por poner ejemplos, A pasará por el cuerpo de un chico drogadicto, una suicida, un obeso, un transexual, etc. Y es muy interesante ver cómo A se defiende dentro de cada cuerpo, luchando mentalmente contra los hábitos de un cuerpo que no le pertenece. Pero más interesante es la crítica social que encierra todo el libro, todas esas vidas de las que seremos testigos. A, que no tiene nada y a la vez lo siente todo, está ahí para vivir un sinfín de vidas prestadas, absorbiendo aspectos positivos y negativos, aprendiendo los valores de la vida a base de golpes, de instantes fugaces y robados. 

Creo que es muy interesante todo lo que el autor quiere reflejar con esta historia, pero, desde mi punto de vista, no ha logrado conseguirlo del todo. Quizás sea por el propio A, porque a pesar de ser un personaje muy bien construido no llegas a creértelo del todo, no tiene una razón de ser, no hay explicación posible para él; o quizás sea porque la base de que se produzca un cambio en él sea precisamente el amor (y a mí ese "amor" no ha terminado de llegarme). Que sí, he sentido empatía hacia A, me he metido de lleno en su historia, me ha absorbido por completo y me ha encantado vivir a través de él dentro de cada una de sus vidas prestadas. Pero para mí el libro necesitaba una explicación clara, ya que en un momento dado parece que te la van a dar y luego no terminan de concretar (me refiero al reverendo, los que hayáis leído el libro seguro que sabréis a lo que me refiero). Y es que un libro plagado de preguntas sin respuestas, y con un final tan abierto a la imaginación del lector, por muy bien escrito y desarrollados que estén los personajes, lo siento, pero no me convence. 

En cuanto a A, poco más puedo decir que no haya comentado ya. Os aseguro que una de las cosas que salvo del libro es precisamente el personaje protagonista (y siempre quitando su enamoramiento hacia Rhiannon). Imaginad lo que supondría vivir una vida como la suya. Es cierto que te librarías de responsabilidades, que nunca defraudarías a nadie, ni te enfrentarías a un problema real, que siempre vivirías la vida como un mero espectador, sabiendo que por muy mal que vayan las cosas mañana te podrás levantar en un cuerpo distinto y escapar de tus problemas. No te tienes que preocupar de tu futuro ni angustiarte por tus hechos pasados, porque lo único que tienes es el presente. Sí, todo eso es positivo, ¿verdad? Pero también hay que mirar el lado malo del asunto. No tienes familia, ni amigos, ni un lugar en el que refugiarte. Nada te pertenece. No tienes con quién sincerarte cuando necesitas compartir tus alegrías y tus penas, tus secretos más dolorosos. No tienes nada y siempre estás solo; viéndote obligado incluso a elegir qué recuerdos retener en tu memoria y cuáles desechar, pues son tantos que es imposible mantenerlos todos. A mí me parece una vida desoladora y espeluznante.

Cita del libro:
-Es que… sé que suena como si fuera una mala vida, pero también he visto muchísimas cosas. Cuando estás en un solo cuerpo, es muy complicado darte cuenta de cómo es la vida realmente. Pero, cuando cambias a diario, llegas a hacerte a la idea de lo que es el universo y, al mismo tiempo, a ver los detalles más mundanos. Te das cuenta de que las cerezas le saben diferente a cada persona. Que cada uno percibe el azul de diferente manera. Aprendes los rituales tan extraños que tienen los chicos para demostrar cariño pero sin que se les note. Aprendes que si alguno de tus padres te lee algo al final del día, es síntoma de que es buen padre… porque has visto muchos otros padres que no tienen tiempo para hacerlo. Aprendes a apreciar todo lo que vale realmente un solo día, porque todos son tremendamente diferentes. La mayoría de las personas a las que les preguntes qué tuvo de diferente el lunes del martes quizá recuerden, únicamente, lo que cenaron cada uno de los días. Pero yo, no. Al ver el mundo desde tantos ángulos, llego a hacerme a la idea de su verdadera dimensión.

Sobre los personajes secundarios, Rhiannon es el personaje con más relevancia en la trama, de resto son todos meros espectadores que pasan por la historia sin dejar huella. Hay personajes muy interesantes que conocemos a través de A, pero como solo pasa un día en cada uno de ellos no logran tener la suficiente relevancia. Luego tenemos a Nathan, personaje tan raro como el propio libro. No entiendo qué pretendía exactamente el autor al crear a este personaje y todo lo que ocurre al final del libro con el reverendo. Entiendo perfectamente todo el escándalo que provoca "la noticia" y la repercusión que esto tiene en los medios y la iglesia. Es otro método que el autor utiliza para criticar a la sociedad. Lo que no entiendo es la aparición del reverendo al final del libro (que es lo que ya comentaba anteriormente. Y no digo más porque no pretendo destriparos la historia).

Cada día es un libro extraño, con una narración deliciosa que transmite un sinfín de sentimientos, un protagonista profundo y carismático, pero con una historia que no logra transmitir lo que sea que haya querido transmitir el autor. No lo suspendo porque se salvan algunas cosas de la historia, pero desde luego no seré yo quien lo recomiende.  

5/10

Un libro un tanto "raro", pero deliciosamente escrito y con un protagonista muy bien construido. Intenta transmitir unos valores, y lo consigue en parte, pero de una manera un tanto desacertada.

¿Lo habéis leído? ¿Os ha parecido tan desconcertante como a mí? ¡Contadme!

¡Un besote a todos!