¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Yo intentando ponerme al día con las reseñas pendientes, que se me van acumulando. Es lo que tiene leer y leer y dejar para más tarde la reseña. Pero es que el verano me vuelve perezosa, con tanto calor no tengo ganas de sentarme a divagar. ¡Con lo que me gusta a mí hacer eso! En fin, no me enrollo más y os dejo con mis impresiones sobre uno de los últimos libros que he leído.
Ficha Técnica:
Título: La delicadeza
Título original: La délicatesse
Autor: David Foenkinos
Editorial: Seix Barral Biblioteca Formentor
Encuadernación: Rústica con solapas
Nº páginas: 224
Precio: 18€
ISBN: 978-84-322-0924-6
Leer los primeros capítulos: pinchado AQUÍ
Nathalie es una mujer afortunada. Felizmente casada con François, pasa los días rodeada de risas y libros. Un día la pena llama a su puerta: François muere inesperadamente. Nathalie languidece entonces entre las paredes de su casa y se vuelca en la oficina. Pero justo cuando ha dejado de creer en la magia de la vida, ésta vuelve a sorprenderla y revelarse en su forma más maravillosa.
Cita del libro:
No abandonarse, qué extraña expresión. Uno se abandona, pase lo que pase, la vida consiste en abandonarse al paso del tiempo. Eso era precisamente lo que más deseaba Nathalie: abandonarse. Dejar de sentir el peso de cada segundo. Quería recuperar la ligereza, aunque esa ligereza fuera insoportable.
Opinión Personal (sin spoilers):
La delicadeza es una novela que irradia fuerza y belleza a través de sus páginas. Quizás al pararte a mirar los diez premios que ha recibido inconscientemente te creas unas expectativas que son difíciles de satisfacer. Pero desde mi punto de vista no creo que sea una novela pretenciosa, o al menos al leerla no me ha dado esa impresión. No es una obra maestra ni pretende serlo. Es un libro sentimental atípico que sabe llegar a los lectores, pero a su manera, de modo que algunos lo disfrutarán más que otros. Es de esos libros que llegan y enamoran al lector o que pasan a ser una lectura más entre tantas, todo depende de la persona. Tiene sus defectos y sus virtudes, y en mi caso prevalecen las virtudes a esos pequeños e insignificantes defectos. Si tengo que destacar algo por encima de todo me quedo sin duda con la narración del autor, hermosa, cargada de ironía y sobre todo de delicadeza. Por una vez puedo decir que el título de un libro muestra perfectamente lo que nos vamos a encontrar a lo largo de sus páginas: la más exquisita delicadeza.
El resumen propuesto por la editorial me parece más que perfecto, pues la historia se resume en eso. Nathalie es una joven que lo tiene todo: un marido al que adora y con el que vive una relación preciosa e idílica desde el día en que sus caminos se cruzaron por vez primera, un trabajo estable y una vida feliz disfrutando de las pequeñas cosas. Hasta que François, su marido, muere atropellado y todo su mundo se derrumba ante sus ojos. Esta es la primera parte de la novela, donde seremos testigos de cómo puede destruirse la felicidad en apenas un instante.
Cita del libro:
[...] En la felicidad siempre llega un momento en que uno está solo entre la multitud. Sí, estaban solos en el torbellino de la música y los valses. Hay que dar vueltas y vueltas sin parar, decía él, dar vueltas hasta que no sepas adónde ir. Ella no pensaba en nada. Por primera vez, vivían la vida en su densidad única y total: la del momento presente.
Y es precisamente esa primera parte de la novela la más preciosa, impresionante y conmovedora. En ella conoceremos el inicio de la relación entre Nathalie y François, su noviazgo, matrimonio, la vida en común... Un amor puro y sincero, de esos que llegan para quedarse y que nunca se olvidan. Ambos se sienten inmensamente afortunados de tenerse el uno al otro, hasta el punto en que Nathalie llega a sentir pánico de su propia felicidad, de que una sombra traicionera enturbie su fortuna, pues no cree poder alcanzar nunca una dicha tan grande. Y aunque todo sucede en apenas 50 páginas, no puedes evitar enamorarte de François, sentir la tragedia que vive Nathalie y entristecerte con el vacío que este deja en su existencia, en su corazón y en su vida. Estas primeras 50 páginas son mis favoritas, porque saben llegarte y meterse en tu piel, porque la historia muestra su lado más hermoso y desgarrador. Y de haber mantenido el nivel a lo largo de toda la historia el resultado habría sido sublime.
Cita del libro:
Cuando por fin se quedó sola, se sintió aliviada. Otros no habrían soportado la soledad en ese momento. Nathalie soñaba con estar sola. Y, sin embargo, la situación lo hacía todo más insostenible. Recorría el salón, y todo estaba ahí. Exactamente igual que antes. No se había movido nada. La manta seguía sobre el sofá. También la tetera, sobre la mesa baja, con el libro que estaba leyendo. Le impresionó especialmente ver el señalador. El libro quedaba así dividido en dos; la primera parte la había leído mientras aún vivía François. Y, en la página 321, François había muerto. ¿Qué hay que hacer en esos casos? ¿Puede alguien proseguir la lectura de un libro interrumpido por la muerte de su marido?
¿Qué pasa entonces? Que tras la vuelta a la rutina de Nathalie la historia comienza a desinflarse, a tomar un camino un tanto desacertado que le resta parte de la intensidad con la que comienza la novela. En primer lugar todo sucede demasiado rápido. Cuando te das cuenta, a través de capítulos muy cortitos, ya han pasado tres años desde la muerte de François y Nathalie sobrevive en una bruma bañada de melancolía y soledad. Se aferra al trabajo como a un clavo ardiendo, viendo pasar los días con indolencia, como si su vida hubiese acabado con la muerte de François y solo quedaran las cenizas de lo que pudo haber sido y nunca podrá ser. Hasta que un hombre entra de nuevo en su vida de la manera más inesperada posible.
Pero no penséis que se trata de la típica relación que acaba borrando todo el dolor de Nathalie por la pérdida de su marido. Simplemente, llega un punto en la vida de Nathalie donde el dolor deja de ser una constante y se siente capaz de volver a respirar, a reír y a seguir hacia delante. Es como si hubiese pasado tres años congelada en el tiempo, viendo cómo el mundo caminaba y ella se quedaba atrás, y de repente despierte y decida seguir el ritmo de los demás. No es que olvide a François, es que tiene que seguir viviendo. Y Markus será el elegido para acompañarla en esta nueva etapa de su vida.
Markus es un hombre totalmente opuesto a François y a cualquier hombre en que Nathalie se fijaría. Y ese es su mayor atractivo. Me ha sido complicado imaginármelo físicamente, quitarme la imagen que tenía del actor de la película (lo siento, pero me niego a imaginármelo como el Markus de la novela. Puede que el actor sea la caña, pero lo recuerdo en Los seductores, haciendo constantemente el payaso, y pierde toda la gracia. Markus no es un tipo que vaya por ahí causando risa, es más bien alguien que pasa desapercibido), y finalmente me quedé con la imagen de un hombre a simple vista oscuro y tétrico. Sí, me venía a la cabeza uno de esos tipos demasiado serios como para acercarte y entablar conversación, con una de esas caras que prefieres olvidar o mantener en el anonimato. Y es que Markus es más o menos así, pero en el fondo posee una personalidad única, tierna, frágil, dulce, divertida, torpe… De esos hombres que se ganan a la gente con un buen chiste en el momento preciso, y que mientras tanto permanecen invisibles al resto del mundo. Me ha gustado que no sea el típico héroe dispuesto a salvar a Nathalie y hacerla vivir un amor más apasionado que el que vivió con François, restándole importancia e intentando borrar esa parte de ella que siempre estará ahí, escondida en un rincón privilegiado de su corazón. Y por eso mismo no nos encontraremos una historia de amor apasionada de las que enamoran y te roban mil suspiros. Eso ya lo vivimos con François y no se va a volver a repetir. Markus jamás será el sustituto de François, o al menos eso es lo que yo quiero pensar.
Quizás pueda resultar poco creíble el nuevo romance, pero conforme avanzaba en la lectura me di cuenta de que no debía buscar algo que no iba a encontrar. No es que Nathalie de repente se olvide de su difunto marido y vuelva a enamorarse. No. Es que simplemente sabe que debe pasar página y prefiere no hacerlo sola. Porque lo que vivió con François es demasiado maravilloso, demasiado grande y único como para olvidarlo. Y citándome a mí misma, como le decía a Belldandy ayer en su reseña: Nathalie ya tuvo su momento de gloria, su amor sin límites, ese que se mantendrá siempre vivo en sus recuerdos, el que la acompañará, incluso en esa nueva etapa de su vida donde ya no existe, donde solo es una foto olvidada en un cajón o un recuerdo que renacerá alguna vez fruto de la nostalgia. De ahí que su relación con Markus no llegue al nivel, además de que tampoco se profundiza en ella lo suficiente como para saber cómo avanzará en un futuro. Nathalie no se enamora de Markus como lo hizo de François, ella simplemente ve en él a alguien a quién regalarle sus sonrisas, alguien que la ayudará a recuperar las ganas de vivir, alguien con quien compartir su día a día, con quién envejecer, con quién tener esa estabilidad que tanto ansía… Y egoístamente incluso llega a pesar en él como en un hombre que siempre se alegrará de estar a su lado. Poco creíble o no a mí me ha resultado conmovedor y diferente. Y me alegra que Nathalie encuentre por fin a alguien que la trate como necesita, que entierre el pasado y se decida a continuar con su presente.
Cita del libro:
-Yo sobre todo lo que creo es que me siento perdida.
Nathalie pronunció esa frase de golpe y porrazo. Sin la más mínima transición. Instintivamente, Markus cogió un pedazo de pan y se puso a desmigarlo.
-¿Qué haces? –le preguntó Nathalie.
-Pues como en el cuento de Pulgarcito. Si estás perdida, tienes que dejar miguitas de pan a tu paso. Así podrás encontrar el camino.
-¿Y supongo que el camino me lleva hasta aquí… hasta ti?
-Sí. A no ser que tenga hambre y decida comerme las miguitas de pan mientras te espero.
Los últimos párrafos de la novela son preciosos y tristes al mismo tiempo. Tienen mucha fuerza y te incitan a reflexionar. Cuando cerré la novela me quedé un rato pensando en lo que acababa de leer y me di cuenta de que pese a sus virtudes y defectos, es un libro que siempre recordaré y que seguramente algún día vuelva a disfrutar de la misma manera o incluso más. Pero no penséis que se trata de un drama como un castillo. Yo lo calificaría como un drama disfrazado de comedia, con sus momentos tristes sin llegar a ser lacrimógenos y otros de lo más absurdos y surrealistas que te sacarán más de una sonrisa.
La narración tendrá lugar en tercera persona desde el punto de vista de varios personajes principales y secundarios, y todos contarán con su momento en la historia. No hay personajes de relleno, todos aparecen y desaparecen por un motivo concreto. Además, un dato curioso a tener en cuenta es que el libro está repleto de detalles relacionados con la trama, como datos históricos, listas elaboradas por Nathalie sobre su rutina diaria o expectativas futuras, citas de libros o de cine, deportes, artículos de periódicos, diálogos de películas, etc.
Como ya os decía al comienzo de la reseña, la narración es lo mejorcito de esta novela. Hay libros donde no importa lo que te cuenten porque lo verdaderamente importante es cómo te lo cuenten; y hay otros donde lo primordial es la historia, y la narración queda relegada a un segundo plano. La delicadeza es una combinación de ambas, aunque la narración sea en este caso el detalle fundamental que lo hace brillar con luz propia. Hay cientos de frases que son para enmarcar (yo he marcado aproximadamente unas 20 citas del libro), y solo por eso es una delicia leerlo y admirar esa narración tan singular.
Como ya os decía al comienzo de la reseña, la narración es lo mejorcito de esta novela. Hay libros donde no importa lo que te cuenten porque lo verdaderamente importante es cómo te lo cuenten; y hay otros donde lo primordial es la historia, y la narración queda relegada a un segundo plano. La delicadeza es una combinación de ambas, aunque la narración sea en este caso el detalle fundamental que lo hace brillar con luz propia. Hay cientos de frases que son para enmarcar (yo he marcado aproximadamente unas 20 citas del libro), y solo por eso es una delicia leerlo y admirar esa narración tan singular.
En cuanto a la adaptación cinematográfica del libro he decidido que no pienso ver la película. Audrey Tautou me gusta mucho como actriz, pero no me la imagino como Nathalie. Y en cuanto a Markus, sin comentarios. Si alguien la ha visto y me puede decir qué tal está os lo agradecería. Muy maravillosa tendría que ser para que le diera una oportunidad. Por ahora prefiero conservar la esencia de esta novela que me ha dejado tan buen sabor de boca.
Cita del libro:
[…] Entonces ¿por qué sentía una necesidad tan intensa de dar marcha atrás? Seguramente había que ver en ello algo muy simple y que podría definirse así: el miedo a la felicidad. Dicen que, justo antes de morir, uno ve desfilar ante sus ojos los momentos más hermosos de su vida. Parece, pues, plausible que se pueda ver desfilar los estragos y los fracasos del pasado en el momento en que la felicidad está ahí, delante de nosotros, con una sonrisa casi inquietante.
La delicadeza es una historia contada con maestría, con suma delicadeza, inteligencia y sensibilidad. Un drama disfrazado de comedia donde cada sentimiento es un ingrediente principal que hay que saborear sin prisas, reflexionando y sintiendo cada momento de la vida de una mujer que lucha por volver a encontrar su lugar en el mundo.
8/10 | Un libro tierno y conmovedor, con una narración exquisita, inteligente y sumamente delicada. No es una obra maestra, pero tampoco necesita serlo para llegar al lector y enamorar. ¡Y vaya si lo hace! |
¿Lo habéis leído o queréis hacerlo? ¿Os ha sorprendido tanto como a mí?
¡Un besote a todos!
vi la pelicula <3 y conoci al director, la novela se la ha leido mi madre y dice que es bastante buena pero a veces el ritmo se hace lento pero los pequeños detalles que podemos ver la han gustado, alguna vez la leere yo tambien guapa ;)
ResponderEliminarPd-Ya tengo el Jardin de los hechizos <3
Yo voy a leer este libro muy pronto, ya que estamos organizando una lectura simultánea en la web entrelectores. Espero que me guste tanto como a ti!
ResponderEliminarNo sabia que la ultima peli de audrey era libro o-o la verdad me llama la atencion!
ResponderEliminarYo tengo este libro desde hace mucho tiempo, pero por un motivo o por otro, siempre me hecho atrás cuando voy a leerlo , aunque la historia tiene buena pinta y es diferente por una historia tan atípica, sigue sin darme la confianza suficiente para leerlo, aunque tu reseña me anima mucho más, y sino, ahora que hay la película, siempre puedo animarme a verla.
ResponderEliminarUn beso
Me ha fascinado tu reseña! Leí este libro hace poco más de un mes y mis impresiones se parecen bastante a las tuyas (aunque me temo que no las he expresado con la misma soltura...) Creo que lo mejor de la novela es la forma de narrar de su autor, con esos bonitos detalles que salpican la narración, en forma de citas, anécdotas, listas... La historia, además, es realmente encantadora y muestra muy bien cómo una persona que ha perdido al amor de su vida intenta reparar poco a poco su mundo. 1beso!
ResponderEliminarEstoy esperando que me lo traigan los de Circulo de lectores y pienso hincarle el diente nada mas tenerlo en mis manos ^^
ResponderEliminarPues le tengo mucha curiosidad a este libro, a ver si lo puedo pillar en la biblioteca, gracias por la reseña ^^ un saludito
ResponderEliminarCon lo bien que lo pones como para no querer leerlo!! Aunque a mi las historias solo sentimentales no me acaban de gustar mucho... :/
ResponderEliminarIgual si le veo se viene conmigo xD
Gracias por la reseña guapa!
Bueno, al final nuestras opiniones coinciden más de lo que se diferencian, de hecho, la diferencia entre tu nota y la mía sólo es 0,5 más en la tuya =)
ResponderEliminarDesde luego, con lo que más coincidimos son con esas 50 primeras páginas, toda una delicia. Lo que pasa es que, aún sin buscar otro gran amor como fue François, lo de Markus no me terminó de convencer en lo más mínimo (lo de su jefe tampoco, que conste, así que me alegro que no fuesen por ahí los tiros). Pero sí que reconozco que tras leer tu reseña, me resulta un poco más comprensible y una buena forma de verlo ^__^
Mmmh no sé... no termina de llamarme, no creo que sea mi tipo de libro, aunque puede que dentro de un tiempo... ya se verá ;)
ResponderEliminarGracias por la reseña :D
Besos
Yo cometí el error de ir a ver la película (zzzzzz) antes de leer el libro, y ahora lo que me parecía una propuesta interesante me da muhca, pero mucha pereza.
ResponderEliminarEra previsible que la película no alcanzara el nivel de sutileza del libro, pero aún con todo yo he disfrutado viéndola, especialmente los primeros veinte minutos, donde alcanza la ligereza y la gracia que tiene todo el libro. Ver a esa actriz francesa es también una delicia y bueno, el tipo (el tal Marcus), no lo conocía como actor, pero poco a poco te vas encariñando con su personaje, cosa bastante difícil porque siempre roza lo inverosímil. Así que te animo a que disfrutes también de la peli.
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