Reseña: La chica del lago, de Steph Bowe

¡Hola a tod@s! ¿Qué tal estáis? Hoy os traigo la reseña de un drama juvenil que me leí en una tarde (tiene apenas 240 páginas) y que me dejó muy buen sabor de boca. No divago más y vamos directamente con la reseña...

Ficha Técnica:

Título: La chica del lago

Autora: Steph Bowe

Editorial: Montena 

Colección: Ellas

Nº de páginas: 256

Formato: Tapa blanda con solapa

Precio: 15,95€

ISBN: 9788484417217

Leer las primeras páginas pinchando AQUÍ 

Resumen Personal (sin spoiler):

Jewel Valentine tenía 8 años cuando su vida y su familia quedaron completamente destrozadas. La muerte prematura de su hermano, la marcha de su padre y la inestabilidad emocional de su madre, fueron los principales alicientes para que Jewel abandonara su hogar y se marchara a vivir con sus abuelos al campo. Diez años después, al morir sus abuelos, se ve obligada a regresar con su madre, que se ha convertido en una completa extraña para ella. De nuevo en su antiguo hogar, el pasado la golpea con más fuerza que nunca, y sentimientos como la culpa, la rabia, la pena, la añoranza y la indiferencia, se amontonan en su ser como un mar abierto del que no sabe escapar.

Sacha Thomas, a punto de cumplir los dieciocho años, es un joven al que también le ha tocado vivir una infancia muy dura, y no sólo porque tuvo que enfrentarse a la leucemia cuando apenas era un niño, sino porque también ha tenido que sufrir de cerca la muerte de un ser querido. Todo ello, sumado a otras circunstancias actuales familiares y personales, han hecho que se convierta en un chico sin alegría por la vida que le ha tocado vivir.

El destino es el causante de que el camino de ambos chicos se crucen y Jewel salve a Sacha de morir ahogado. Dadas las circunstancias, ¿le dará el joven las gracias? ¿Podrán dos corazones solitarios y destrozados unirse para entregarse al primer amor?

Opinión Personal (sin spoiler):

Si tuviera que analizar el libro y hacer un resumen de él en pocas palabras, os diría que es un libro donde priman las reflexiones de ambos protagonistas a medida que van distribuyendo las piezas del puzle en el que se han convertido sus vidas. Es un libro juvenil que se sale de lo común, tocando temas serios y muy tristes con una pizca de ironía. No esperéis una historia de amor con todas las letras, pues aunque el amor sea una parte relevante en la novela, no es en absoluto lo más importante.

El libro está narrado en primera persona desde el punto de vista de ambos protagonistas, intercalándose en cada capítulo, lo que ayuda a que los conozcamos a ambos en mayor profundidad. Siempre me han gustado los libros en los que podemos conocer el interior de los dos protagonistas, pero en este caso es incluso más intenso al llevar ambos una carga muy pesada a sus espaldas.

No os quiero mentir, el libro aunque precioso, es muy muy triste. Olvidaos de las historias de príncipes azules que rescatan a la chica en apuros llevándosela consigo a un refugio seguro donde vivirán felices y comerán perdices. En esta historia nadie salva a nadie, pueden darse apoyo, comprenderse, abrir sus almas, aceptarse y consolarse, pero no hay príncipe que salvador o viceversa. Nos encontramos con un protagonista con un pasado trágico y una situación actual que lo supera como persona y que lo lleva a actuar según las circunstancias, cometiendo errores por el camino y justificándose de la mejor manera posible, abriéndote su alma página a página. Y por otro lado, tenemos a una protagonista que no sólo ha vivido una infancia amarga, sino que lleva años alimentándose del vacío de la soledad que la rodea, de la culpa, la impotencia y la rabia. Estos son los personajes, y la combinación de ambos hace que los momentos que pasan juntos y la relación que mantienen sea preciosa y esperanzadora, pese a la angustia y los problemas que llevan consigo.  

Cita del libro (Sacha):

—Ojalá pudiera hacerte una fotografía todos los días —susurré.

—¿Por qué? —sonrió ella.

—Para saber cómo eres cada día de tu vida.

—Me gusta así, Sacha —dijo ella—. Me gusta que estemos juntos. No necesitas fotos si me tienes a mí, ¿no?

La historia no sólo se centrará en la relación de la pareja protagonista, sino en la vida de cada uno de ellos en la actualidad, las circunstancias en las que viven y los problemas personales y familiares a los que tienen que enfrentarse día a día. Todo ello repleto de reflexiones íntimas de Jewel y Sacha. Y es lo que más me ha encantado del libro, la cantidad de reflexiones que tiene por parte de ambos protagonistas, que acompañadas de una triste y prolongada melodía de fondo, hace que la historia resulte tan fascinante como sobrecogedora.

Cita del libro (Jewel):

La gente siempre dice lo correcto:

<<No te culpes.>>

<<Está en un sitio mejor.>>

<<Todo pasa por alguna razón.>>

<<Es bueno llorar a alguien.>>

<<Si puedo hacer algo, dímelo.>>

Son palabras vacías y carentes de significado que aparecen constantemente en los libros de autoayuda que hablan del duelo y la superación del dolor. Esos que te encuentras en los quioscos y en las estanterías de liquidación, a la entrada de las librerías de ocasión. Solo son palabras que no sirven para nada y que a nadie le importan en realidad.

En cuanto a los personajes, tenemos a los principales, Sacha y Jewel, y luego un repertorio de personajes secundarios con mayor o menor relevancia que estarán muy cerca de los protagonistas (Little Al y True, ambos mejores amigos de Sacha; el padre de Sacha; la madre de Jewel; etc.), y a los que la autora logra perfilar lo suficientemente bien. Destaco sobre todo a Little Al, por su carácter atolondrado, y a toda su divertida y disparatada familia. Como siempre, haré un breve comentario sobre los protagonistas y añadiré una cita que creo definirá bastante bien la personalidad de cada uno de ellos.

Jewel, que antaño fue una niña feliz que disfrutaba de la vida como cualquier niño de su edad, se ha convertido en una joven insegura, frustrada, solitaria y falta de cariño. Una adolescente muerta en vida que pide a gritos una ayuda y cariño que parecen no llegar nunca. Es una chica que por voluntad propia, se mantiene alejada del mundo y por tanto, no tiene amigos ni nadie con quien compartir su sufrimiento o las pequeñeces que la vida le ofrece. La soledad ha hecho de ella una joven sumamente observadora, que encuentra un refugio seguro manteniéndose en sombras y plasmando en el papel, a través de sus dibujos, todo aquello que considera importante. Y que a pesar de todo ello, posee un carácter decidido y bastante singular.

Cita del libro (Jewel):

[…] No corro riesgos. No baso mi felicidad en los demás. No desperdicio el tiempo con falsas esperanzas y, de ese modo, no esperando mucho, siempre me siento agradablemente sorprendida. Carezco de las cualidades que permiten a los demás creer en cosas ilusorias e intangibles como Dios o la paz mundial.

Me gusta lo inevitable e irremediable. Las cosas que van a ocurrir quieras o no, las cosas con las que siempre puedes contar, como la muerte o los impuestos.

Soy como una extraña que mira desde fuera. Me gusta que sea así. Sé cuál es mi lugar en el mundo: estar fuera de él.

Sacha es un chico cansado de luchar contracorriente, hastiado de la vida que le ha tocado vivir. La muerte le ha rozado muy de cerca llevándose a un ser querido y ha tenido que vivir el horror del cáncer en carne propia, una enfermedad que mermó su carácter y ánimos de lucha por sobrevivir.  Es un chico cuyo único deseo es desaparecer, acabar con todo el horror que lo rodea y vivir en paz y armonía, lejos de preocupaciones, del miedo a la muerte.

Cita del libro (Sacha):

Algunas veces discuto mentalmente conmigo mismo, señal de locura, imagino. Una voz me dice: <<No hay nada peor que guardártelo para ti mismo. ¡Cuéntaselo a alguien! ¡Cuéntaselo a todo el mundo!>>.

La segunda voz es más calmada, más propia de mí. Por eso confío en ella. Me dice: <<No tienen por qué saberlo. No les obligues a saber que estás enfermo; no deben compadecerte, no deben quedarse en vela toda la noche, preocupados. Estarás bien, puedes arreglártelas solo>>.

Sé que ambas voces soy yo, pero aun así las escucho. Me engaño pensando que me dirán algo que todavía no sé.

La relación entre ambos es esperanzadora a la vez que conmovedora. Ambos encontrarán un refugio en el otro, como dos únicas piezas capaces de encajar en sus atormentadas existencias. Ilusión, entrega, confianza y comprensión serán algunos de los sentimientos que abordarán el corazón los protagonistas. Aprenderán a vislumbrar la importancia de vivir la vida al máximo tal y como se presenta, la importancia de la familia, los amigos, etc. Aprenderán a compartir, pedir ayuda, aceptar el miedo y enfrentarse a él de la mejor forma posible, alejarse de la soledad y mantenerla en un segundo plano en el que refugiarse de forma esporádica. Es una relación muy bonita y también repleta de tristeza. 

Cita del libro (Sacha):

—Siento que valgo menos que los demás —susurró Jewel. Tenía las manos entre mis cabellos y sus labios estaban tan cerca de los míos que sentía vibrar sus susurros en mi cabeza—. Me siento inferior a los demás. Siento que nadie me necesita ni me quiere.

—Yo te necesito —le susurré.

—Si no fuera tan tópico, sería casi romántico —sonrió ella. Me besó una y otra y otra vez. No me podía creer que hubiera existido un tiempo en el que Jewel Valentine no formara parte de mi vida.

Y, simplemente, creo que me enamoré.

Otra cosa que me encantó encontrar dentro de la novela, son unas listas de Sacha que va dejando en algunos capítulos, tan disparatadas como interesantes, según el momento. Os dejo con una de ellas:

Cita del libro:

Lista de Sacha de los lugares en los que sería más agradable vivir que en la tierra

En las nubes: cuando vas en avión y te adentras en ellas parecen nubes de algodón. Y si consigues no zampártelas, tienes unas vistas preciosas y (por encima de las nubes altas) sol constante

Bajo el mar: una vez solucionado el tema de la respiración, podría ser muy agradable aunque un poco húmedo

Venus: es un planeta gaseoso, de modo que básicamente se flota en el aire. Eso dejaría mucho tiempo para pensar y, debido a la ingravidez, la gente no se preocuparía mucho por su peso (estarían más concentrados en el hecho de que no pueden respirar)

Qué tienen en común todos estos sitios: el silencio

¿Y lo malo? Me gustó muchísimo el libro y me alegro de haberlo leído. Sin embargo, si tengo que señalar algo negativo es el final, que al ser tan abierto llega a estropear parte de la esencia de la novela. Me pareció un final demasiado “descafeinado”. Me gustan los dramas, sobre todo los que cuentan con un toque romántico capaz endulzar un poco lo amargo de la situación. Pero soy partidaria de que si me van a contar una historia triste, quiero vivirla y sentirla hasta el final, sin medias tintas, sin dejar el desenlace a tu entera imaginación. En este caso sentí como si se guardaran la parte importante con el único fin de evitar hacer de la historia un dramón de mayor envergadura, cuando a mi parecer, todo el libro ya está cargado de un halo de tristeza perfectamente visible, y un final cerrado no habría hecho más que satisfacer a todos aquellos que disfrutamos de este tipo de historias. Así que aunque me haya gustado tanto, le he bajado la nota porque el final no me parece nada adecuado. Sabes cómo va a terminar sí, pero no te lo cuentan.

Conclusión: Un drama juvenil muy triste que nos cuenta la historia de dos jóvenes que han tenido que hacerse adultos de forma prematura, sin previo aviso y sin nadie que les aconsejara u ayudara a afrontarlo. Una historia que nos habla de la vida en el sentido amplio de la palabra, del paso del tiempo, de los traumas infantiles, de la importancia a la familia, los amigos y el primer amor.  Pero también de la muerte, de lo cerca que nos acompaña, como una amenaza tangible e imposible de engatusar. A pesar del final tan abierto y descafeinado, es un libro que recomiendo mucho, por los personajes y por las grandes reflexiones que cada uno de ellos nos regalan dentro de su inestable existencia.

Nota: 

¡Un besote a tod@s!     

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