Hola a tod@s!! el librito que reseño hoy me lo leí hace unos días en una tarde, pues tiene poquitas páginas y una vez que lo coges no lo sueltas hasta acabarlo. Voy a estar un poquito ausente durante el finde y la semana que viene en general, ya que por culpa de la gripe no me pude presentar al examen de la semana pasada y lo tengo el día 3, y hay que estudiar (la vida del estudiante es lo que tiene T_T). Pero bueno, este finde seguiré recuperándome y lo pasaré con mi chico. Ya os contaré qué tal ese final de Lost (si, todavía no lo he visto ^^U).
Título: Si decido quedarme
Título: Si decido quedarme
Autora: Gayle Forman
Editorial: Salamandra
Nº de páginas: 190
Precio: 12€
Resumen
Opinión personal
Mia, de 17 años, vive con sus padres y su hermano pequeño de 8 años. Cuando era niña y tuvo que elegir instrumento en la clase de música, un viejo violonchelo captó su atención de tal forma que fue como amor a primera vista, y desde entonces no ha dejado de tocar, superándose día a día, hasta el punto de presentarse a una audición para entrar en una escuela de Nueva York de gran prestigio, lo que implicaría alejarse de su familia, a los que adora, y también de su novio Adam.
El libro comienza cuando un día de invierno suspenden las clases debido a la nieve, y puesto que el padre de Mía es profesor y no tiene que ir a trabajar, su madre opta por pedir el día libre para estar con su familia. Finalmente deciden pasar el día fuera de casa, y una vez en la carretera el coche donde viajan se estrella contra un camión. Todo transcurre en un abrir y cerrar de ojos, pero Mia se levanta intacta como si de un ente se tratara, y puede ver absolutamente todo lo que ocurre a su alrededor sin sentirlo: sus padres muertos en la carretera, su propio cuerpo cubierto de sangre, y la incertidumbre de no saber si su hermano sigue o no con vida.
Cita del libro:
¿Estoy muerta?
Al principio parecía obvio que estar allí de pie, viéndolo todo, era sólo temporal, un interludio antes de la luz blanca y la vida entera pasando por delante de los ojos en un instante mientras me dirigía allá donde tuviera que ir.
Pero ya han llegado los sanitarios, además de la policía y los bomberos. Alguien ha cubierto a mi padre con una sábana y un bombero está cerrando la bolsa de plástico en que han metido a mamá.
Los capítulos están divididos en horas, que es el tiempo que transcurre mientras Mia está fuera de su cuerpo, observando lo que ocurre a su alrededor, y decidiendo si vale la pena vivir sola y soportar el dolor de la pérdida de su familia, o marcharse con ellos, juntos y unidos, como siempre han estado.
Como el accidente tiene lugar en las primeras páginas, te impacta la crudeza de la descripción de los hechos, pero la pena que sientes por la pérdida de los personajes no es tan grande por el simple hecho de que no los conoces, e incluso Mia, al no poder expresar sus sentimientos ni manifestar ningún tipo de dolor desde el exterior de su cuerpo, no te transmite esa aflicción por la pérdida.
Sin embargo, mientras transcurren las horas, Mia nos va contando como era su vida antes del accidente, desde que era una niña, cómo eran sus padres, sus aficiones, sus inquietudes, rasgos de su personalidad, la vida en familia, el nacimiento de su hermano, cómo fueron aceptando que la música clásica era parte de ella, la relación de éstos con su novio Adam, etc. Y así es como, poco a poco, nos vamos inundando de una enorme pena, abrumándonos cada vez más y más, hasta que terminas por meterte en la piel de Mia y sientes en carne propia lo que sería si de repente te arrebataran todo eso que hasta ahora ha significado tantísimo para ti, tu vida, tu sangre, tu familia. Ella sabe que tiene que elegir, pero también sabe cual es el camino fácil, sabe que los que están fuera llorarán y sufrirán por ella, pero lo superarán, y sabe también que para ella será demasiado doloroso enfrentarse a una vida sin su familia.
Mia nos cuenta como conoce a Adam, su novio, con el que lleva dos años, y cómo evoluciona su relación. Aparentemente son dos personas totalmente opuestas cuyas vidas fueron unidas gracias a la música. Adam, que forma parte de una banda de punk-rock que se va haciendo cada vez más famosa, es el chico guay de instituto, y Mia es por el contrario, la seria y friki de la música clásica. Él toca la guitarra y ella el violonchelo. Mia nos cuenta los detalles de su relación, dado que no es todo color de rosa. Si al principio, cuando sus diferencias eran más evidentes, tuvieron que pasar por momentos cruciales en su relación para llegar a la calma y felicidad, todo se complica cuando la banda de Adam comienza a tomar fama y él tiene que ausentarse para acudir a los conciertos, y que Mia pretenda entrar en una famosa escuela en Nueva York para seguir sus estudios con el violonchelo. La relación entre ambos chicos es preciosa, natural y emotiva.
La historia está narrada en primera persona desde el punto de vista de Mia, y no resulta en absoluto un impedimento para conocer bien a los personajes y los sentimientos de cada uno de ellos. Durante las horas que transcurren en el hospital, Mia nos adentrará en su vida, viajando con ella para conocer a sus padres y a muchas de las personas que están ahora al lado de su cuerpo, rezando para que despierte, como su mejor amiga Kim, sus abuelos, o los mejores amigos de sus padres. Es una historia de superación, de sentimientos, de la importancia de la familia, los amigos y el amor en general.
Cita del libro:
Si me quedo, si vivo, depende de mí.
Todo eso de un coma médicamente inducido no es más que jerga médica. No depende de los médicos. Ni de los ángeles ausentes. Ni siquiera depende de Dios, que, si existe, ahora mismo no está por aquí. Depende de mí.
Y no voy a contar más, pues el libro es pequeñito y más o menos he reflejado una parte de lo que encontraréis dentro. El libro es precioso y triste. Al principio no lo parece tanto, pero a medida que te metes en la historia y conoces a los personajes, a la familia de Mia, te sientes cada vez peor, por ellos que ya no están, y por Mia que los ha perdido. Y entiendes que se quiera marchar con ellos, alejarse de todo sufrimiento, de todo lo que le espera si despertara. También entiendes a los que están fuera sufriendo: sus abuelos, su novio Adam que tanto la quiere y que está dispuesto a hacer cualquier cosa por ella, etc. Es un libro que no es dramático desde el principio, sino que va adquiriendo ese toque página a página, y sabes que pase lo que pase, tanto si Mia se queda como si se marcha tendrá que sufrir igualmente.
Quiero destacar también la cantidad de citas a grupos de música y títulos de canciones que hay en el libro, para todos los gustos, es algo que a mí me encanta. Además, está muy bien escrito y en general es una lectura muy amena.
¿Lo malo? Que el final no está todo lo desarrollado que a mí me hubiese gustado, y eso le resta bastante para que sea un libro redondo. Se puede decir que es un final cerrado, pero a mí no me dejó del todo contenta. Pero bueno, en JR leí que la autora va a publicar un segundo libro, que se situará 3 años después de lo ocurrido en este primer libro, y estará contado desde el punto de vista de Adam, cosa que promete muchísimo.
Lo mejor: las relaciones en general, tanto la relación de Mia con su familia, como con su novio y su mejor amiga. La historia es muy humana y llegas a meterte en la piel de los personajes y sentir su sufrimiento.
Lo peor: que esperaba más del final, que sucedieran más cosas. Haría falta algún capítulo más. De haber tenido un final más desarrollado me habría quedado totalmente satisfecha. Pero bueno, supongo que son cosas que se solventarán con el segundo libro.
Nota Final:
Tiene que decidirse…
…entre su familia y Nueva York, entre su novio y su amor por la música clásica.
Pero entonces, ocurre un accidente. Ya nada será como antes, y sólo le queda una decisión… vivir o morir.
Opinión personal
Mia, de 17 años, vive con sus padres y su hermano pequeño de 8 años. Cuando era niña y tuvo que elegir instrumento en la clase de música, un viejo violonchelo captó su atención de tal forma que fue como amor a primera vista, y desde entonces no ha dejado de tocar, superándose día a día, hasta el punto de presentarse a una audición para entrar en una escuela de Nueva York de gran prestigio, lo que implicaría alejarse de su familia, a los que adora, y también de su novio Adam.
El libro comienza cuando un día de invierno suspenden las clases debido a la nieve, y puesto que el padre de Mía es profesor y no tiene que ir a trabajar, su madre opta por pedir el día libre para estar con su familia. Finalmente deciden pasar el día fuera de casa, y una vez en la carretera el coche donde viajan se estrella contra un camión. Todo transcurre en un abrir y cerrar de ojos, pero Mia se levanta intacta como si de un ente se tratara, y puede ver absolutamente todo lo que ocurre a su alrededor sin sentirlo: sus padres muertos en la carretera, su propio cuerpo cubierto de sangre, y la incertidumbre de no saber si su hermano sigue o no con vida.
Cita del libro:
¿Estoy muerta?
Al principio parecía obvio que estar allí de pie, viéndolo todo, era sólo temporal, un interludio antes de la luz blanca y la vida entera pasando por delante de los ojos en un instante mientras me dirigía allá donde tuviera que ir.
Pero ya han llegado los sanitarios, además de la policía y los bomberos. Alguien ha cubierto a mi padre con una sábana y un bombero está cerrando la bolsa de plástico en que han metido a mamá.
Los capítulos están divididos en horas, que es el tiempo que transcurre mientras Mia está fuera de su cuerpo, observando lo que ocurre a su alrededor, y decidiendo si vale la pena vivir sola y soportar el dolor de la pérdida de su familia, o marcharse con ellos, juntos y unidos, como siempre han estado.
Como el accidente tiene lugar en las primeras páginas, te impacta la crudeza de la descripción de los hechos, pero la pena que sientes por la pérdida de los personajes no es tan grande por el simple hecho de que no los conoces, e incluso Mia, al no poder expresar sus sentimientos ni manifestar ningún tipo de dolor desde el exterior de su cuerpo, no te transmite esa aflicción por la pérdida.
Sin embargo, mientras transcurren las horas, Mia nos va contando como era su vida antes del accidente, desde que era una niña, cómo eran sus padres, sus aficiones, sus inquietudes, rasgos de su personalidad, la vida en familia, el nacimiento de su hermano, cómo fueron aceptando que la música clásica era parte de ella, la relación de éstos con su novio Adam, etc. Y así es como, poco a poco, nos vamos inundando de una enorme pena, abrumándonos cada vez más y más, hasta que terminas por meterte en la piel de Mia y sientes en carne propia lo que sería si de repente te arrebataran todo eso que hasta ahora ha significado tantísimo para ti, tu vida, tu sangre, tu familia. Ella sabe que tiene que elegir, pero también sabe cual es el camino fácil, sabe que los que están fuera llorarán y sufrirán por ella, pero lo superarán, y sabe también que para ella será demasiado doloroso enfrentarse a una vida sin su familia.
Mia nos cuenta como conoce a Adam, su novio, con el que lleva dos años, y cómo evoluciona su relación. Aparentemente son dos personas totalmente opuestas cuyas vidas fueron unidas gracias a la música. Adam, que forma parte de una banda de punk-rock que se va haciendo cada vez más famosa, es el chico guay de instituto, y Mia es por el contrario, la seria y friki de la música clásica. Él toca la guitarra y ella el violonchelo. Mia nos cuenta los detalles de su relación, dado que no es todo color de rosa. Si al principio, cuando sus diferencias eran más evidentes, tuvieron que pasar por momentos cruciales en su relación para llegar a la calma y felicidad, todo se complica cuando la banda de Adam comienza a tomar fama y él tiene que ausentarse para acudir a los conciertos, y que Mia pretenda entrar en una famosa escuela en Nueva York para seguir sus estudios con el violonchelo. La relación entre ambos chicos es preciosa, natural y emotiva.
La historia está narrada en primera persona desde el punto de vista de Mia, y no resulta en absoluto un impedimento para conocer bien a los personajes y los sentimientos de cada uno de ellos. Durante las horas que transcurren en el hospital, Mia nos adentrará en su vida, viajando con ella para conocer a sus padres y a muchas de las personas que están ahora al lado de su cuerpo, rezando para que despierte, como su mejor amiga Kim, sus abuelos, o los mejores amigos de sus padres. Es una historia de superación, de sentimientos, de la importancia de la familia, los amigos y el amor en general.
Cita del libro:
Si me quedo, si vivo, depende de mí.
Todo eso de un coma médicamente inducido no es más que jerga médica. No depende de los médicos. Ni de los ángeles ausentes. Ni siquiera depende de Dios, que, si existe, ahora mismo no está por aquí. Depende de mí.
Y no voy a contar más, pues el libro es pequeñito y más o menos he reflejado una parte de lo que encontraréis dentro. El libro es precioso y triste. Al principio no lo parece tanto, pero a medida que te metes en la historia y conoces a los personajes, a la familia de Mia, te sientes cada vez peor, por ellos que ya no están, y por Mia que los ha perdido. Y entiendes que se quiera marchar con ellos, alejarse de todo sufrimiento, de todo lo que le espera si despertara. También entiendes a los que están fuera sufriendo: sus abuelos, su novio Adam que tanto la quiere y que está dispuesto a hacer cualquier cosa por ella, etc. Es un libro que no es dramático desde el principio, sino que va adquiriendo ese toque página a página, y sabes que pase lo que pase, tanto si Mia se queda como si se marcha tendrá que sufrir igualmente.
Quiero destacar también la cantidad de citas a grupos de música y títulos de canciones que hay en el libro, para todos los gustos, es algo que a mí me encanta. Además, está muy bien escrito y en general es una lectura muy amena.
¿Lo malo? Que el final no está todo lo desarrollado que a mí me hubiese gustado, y eso le resta bastante para que sea un libro redondo. Se puede decir que es un final cerrado, pero a mí no me dejó del todo contenta. Pero bueno, en JR leí que la autora va a publicar un segundo libro, que se situará 3 años después de lo ocurrido en este primer libro, y estará contado desde el punto de vista de Adam, cosa que promete muchísimo.
Lo mejor: las relaciones en general, tanto la relación de Mia con su familia, como con su novio y su mejor amiga. La historia es muy humana y llegas a meterte en la piel de los personajes y sentir su sufrimiento.
Lo peor: que esperaba más del final, que sucedieran más cosas. Haría falta algún capítulo más. De haber tenido un final más desarrollado me habría quedado totalmente satisfecha. Pero bueno, supongo que son cosas que se solventarán con el segundo libro.
Nota Final:
9/10
He visto este libro en varios blogs y la verdad es q le tengo ganas ^^ espero leerlo pronto y veo q a ti te ha gustado :)
ResponderEliminarbesos
A mi me decepcionó tanto el final que creo que le bajé un poco más la nota (aún estoy madurándolo). Es una pena porque llevaba un buen camino.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo, es más le dí hasta la misma puntuación.
ResponderEliminarNo me quede a gusto con el final, considero que necesitaba mucho más para haber sido un final perfecto.
Aún asi la novela es bastante bonita, creo que en buena parte por lo corta que es, pero lo dicho el final no me termino de convencer.
Que te mejores de esa gripe!!
Un beso
Tiene todas las papeletas de ser uno de esos libros que empiezas a llorar y no paras. Pero, aun así, lo quiero XD.
ResponderEliminarEl caso es, no sé si viste mi comentario en PSS, que justamente por el título del segundo libro ya supongo cómo acabará éste. Eso me pasa por ser cotilla y querer ver los spoilers XD, pero es igual =P.
Ani: si, es un libro precioso y lo bueno es que aunque haya segunda parte, está cerrado. Bueno, bonito y barato, qué más se puede pedir?? :)
ResponderEliminarElwen: es eso, el final es lo peor, pero bueno, el libro en general merece la pena. Lo que dices de la nota me recuerda a Retrum, que estaba tan convencida que era libro único que me pillé un gran shock y a medida que pasan los días me voy convenciendo de que no estaba tan mal, xD
Dácil (creo que eres tú, xD): pues pensamos igual, qué penita porque podría haber sido un libro perfecto de no ser por el final. Muchas gracias wapísima! :)
Page: ais, quería escribirte pero ahora que has comentado por aquí te contesto. Creo que no van por ahí los tiros. Es que vi el título cuando me lo comentaste y de no haberlo leído habría pensado que terminaría de otra forma (si quieres te lo explico mejor por mail, para no soltar spoilers!:P). Yo te lo recomiendo bastante, aunque si no te has leído Willow, primero te recomiendo ese (para ayudarte con el orden de tu lista!xD).
Besitos a todas!! :)
Bueno con final rarito? xDDD joeee, nada hay peor que un libro en el que el final podía haber sido mejor. Pero bueno, me han hablado -y esta reseña lo confirma xD- maravillas de él así que habrá que probar.
ResponderEliminar^^
Sí que quiero leerme el libro. A veces ese tipo de finales te deja con una sabor extraño y agridulce. A mí me pasó con Retrum también.
ResponderEliminarUy, en estos momentos no me atrae nada que sea triste, así que de momento lo aparco.
ResponderEliminarAunque la verdad es que me habéis intrigado con ese final...
Un abrazo!
Eso, ayúdame (o arruíname, que entre mangas y libros... XDDDD).
ResponderEliminarNo, no he leído Willow, así que tendré en cuenta lo que me dices =).
Me han hablado maravillas de el
ResponderEliminarla verdad¡¡¡pero la reseña de Elwen de me dejo loca y la tuya tambien aisss
no se si leerlo o no...
besotes
um.. no sé que hacer con este libro, el que sea finito me atrae pero transmite tanta dureza y tristeza que no sé yo si estoy preparada xD
ResponderEliminarTiene pinta de ser una preciosidad el libro, sí. Y tus reseñas cada vez me fastidian más XDDD
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reseña. El libro no lo conocía y no creo que lo lea porque no estoy en la época apropiada para leer un libro triste...pero nunca se sabe ;)
ResponderEliminarY otro que me llama T______T a ver cuando me hace Luna la lista de su biblioteca particular y tiene alguno, o ya le voy a decir seriamente a mi madre que nos pongamos en la supuesta biblio donde antes estabamos (que ni me había enterado vamos) porque no tenía más libros para cuando se va al gimnasio porque su tia se fue de vacas y es siempre la que se los deja...
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